El decimoséptimo contingente militar de cascos azules ecuatorianos, conformado por 66 miembros de las Fuerzas Armadas, viajó hoy a Haití para continuar labores de ingeniería y de reconstrucción del país caribeño, al que apoyan tras el terremoto de enero de 2010.
El grupo, que es parte de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah), partió desde la base de la Fuerza Aérea en Quito, donde se realizó una ceremonia de despedida, y reemplazarán a igual número de soldados que acaban de finalizar su labor.
El director del nuevo contingente, Altenar Tenorio, informó que el grupo a su mando formará parte de la "Compañía de Construcciones Horizontales Chileno" para ejecutar operaciones de apoyo, en el campo de la atención médica, y reconstruir vías y carreteras.
Asimismo, ejecutarán junto a militares chilenos acciones de carácter comunitario y operaciones de seguridad interna en las principales ciudades haitianas.
Tras el terremoto de 7.0 grados escala Richter que sacudió Haití en 2010, el cual dejó más de 220.000 muertos y más de 1,5 millones de damnificados, Ecuador ha venido apoyando el proceso de reconstrucción de ese país con el envío de misiones de cascos azules.
En una primera fase de cooperación, Ecuador invirtió unos 13,5 millones de dólares en obras de infraestructura que incluyeron la construcción de sistemas de alcantarillado, el asfalto de 138 puentes y la rehabilitación de 175 kilómetros de carreteras, entre otras.
También ayudó en la búsqueda y rescate a las víctimas del terremoto.
El año pasado, durante una visita oficial a Quito del presidente haitiano, Michel Martelly, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, anunció una nueva cooperación por unos 15 millones de dólares para continuar con las labores de reconstrucción de ese país.
Correa y Martelly acordaron asimismo que las Fuerzas Armadas de Ecuador asesorarán a Haití en la conformación de su nuevo Ejército.
Ecuador apoya a través de los cascos azules también a otros países como Sudán, Costa de Marfil y Siberia. La Minustah de las Naciones Unidas en Haití se estableció en junio de 2004 y fue creada para sustituir a una fuerza multinacional provisional de 3.600 soldados que llegó a Haití buscando restablecer la seguridad y facilitar la ayuda humanitaria tras la partida del ex presidente Jean-Bertrand Aristide.