(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La presión popular y mediática obligó al Congreso de Perú a dar marcha atrás a la decisión que elevaba a casi 10.000 euros los ingresos mensuales de los parlamentarios, confirmó el presidente de ese órgano, Víctor Isla, del partido oficialista Gana Perú.
Pese a las críticas y denuncias sociales, el pasado 4 de enero los congresistas dieron luz verde al incremento que ya habían aprobado a finales de diciembre de 2012, lo que generó fuertes protestas en la sureña ciudad de Arequipa, donde los manifestantes lanzaron basura y huevos contra las oficinas de los tres diputados de ese departamento.
La indignación de la ciudadanía y la ofensiva mediática no dejaron más alternativa a la Mesa Directiva y la Junta de Portavoces que “dejar sin efecto (por unanimidad) el acuerdo referente al incremento de la función de representación”, dijo Isla.
“No se ha explicado correctamente a la población y no se ha entendido”, argumentó el presidente del Congreso, visiblemente incómodo por revocar una medida que desde su aprobación, el pasado 14 de diciembre, había defendido y justificado a capa y espada en cada comparecencia pública junto a otros legisladores.
Sus argumentos eran que cuando los parlamentarios viajan para cumplir su función de representación a veces les obligaba a llevar una banda (de músicos) o ser padrinos de alguna actividad y que por eso necesitaban más dinero.
Sin embargo, la ministra de Justicia, Eda Rivas, calificó el incremento de los gastos de representación como un “aumento de sueldo disfrazado” y Javier Díez Canseco, congresista de Acción Popular (AP)-Frente Amplio, pidió en su cuenta en Twitter que el Congreso anulase definitivamente la medida, porque el pronunciamiento de Isla de dejarla sin efecto “es ambiguo”.
La bancada de AP-Frente Amplio fue la única que renunció en conjunto al cobro de la dieta, aunque un total de 26 congresistas de distintos grupos políticos habían anunciado que no la aceptarían.
Los congresistas peruanos perciben un sueldo de unos 5.200 euros mensuales más gastos de representación que hasta diciembre ascendían a unos 2.200 euros y que pretendían elevar a 4.400 euros mensuales.
De acuerdo con el Barómetro de las Américas 2012, solo un 36,6 por ciento de los peruanos confía en el Congreso, cifra superior a la de 2010 (31,9 por ciento), aunque muy por debajo de otros países del continente. Según la misma encuesta regional, de los 26 países de América Latina, Perú está entre los cuatro que menos apoyan la democracia.