El presidente de Uruguay, José Mujica, ratificó este jueves su interés en que la sociedad debata alternativas para combatir al narcotráfico, días después de frenar un proyecto de ley de su autoría para legalizar la marihuana.
"Vale la pena la discusión a lo largo y a lo ancho de todo el país, porque pueden surgir diversos caminos pero en todo caso no deberíamos de quitarnos la responsabilidad de enfrentar a tiempo este fenómeno", dijo aludiendo al narcotráfico.
Mujica sorprendió el martes al solicitar a sus legisladores que frenaran el proyecto que él mismo presentó al Parlamento y que ahora evaluaba una comisión de Diputados argumentando que la sociedad "no está madura".
En su participación radiofónica, el jefe de Estado opinó hoy que "de momento llevamos varios años reprimiendo y lo único que hacemos es amontonar gente en la cárcel".
Dijo que su país "no quiere ver con la experiencia internacional los peligros a los que nos estamos enfrentando. Tal vez existan opciones mejores que las que se nos ocurren a nosotros".
Sostuvo que "a pesar de todas las represiones" el narcotráfico es un negocio con "una altísima tasa de ganancia".
"Si no le arrebatamos la alta tasa de ganancia, las otras formas de represión por el momento demuestran que no alcanzan", enfatizó.
Mujica descartó que al proponer la regulación del cannabis considere inocua la adicción a esa sustancia.
"No creo en el beneficio de alguna adicción, pero mucho peor que la existencia de la adicción es el narcotráfico que se apodera el mercado", concluyó.
Según el proyecto de ley, el Estado asumiría "el control y la regulación de las actividades de importación, producción, adquisición a cualquier título, almacenamiento, comercialización, y distribución de marihuana o sus derivados".
También ejercería "toda otra actividad material que resulte necesaria" para ejecutar esas actividades en el marco de "una política de reducción de daños que, asimismo, alerte a la población acerca de las consecuencias y efectos perjudiciales del consumo de marihuana".