Un juez de la capital de Nicaragua que actúa en un juicio contra un grupo de 18 mexicanos incorporó hoy como pruebas un legajo de cartas presuntamente firmadas por un funcionario de alto nivel de la cadena Televisa.
El juez Edgar Altamirano autorizó al Ministerio Público presentar las cartas encontradas en una carpeta al interior de una de las furgonetas tipo Van, en la que se transportaban los 18 acusados que se hacían pasar como periodistas de la televisora.
Las cartas supuestamente vinculan a los procesados con la cadena mexicana Televisa, la empresa de televisión más grande de América Latina.
El Ministerio Público nicaraguense acusa al grupo de mexicanos de delitos de lavado de dinero, crimen organizado y traslado de drogas.
Las cartas, presuntamente firmadaspor el vicepresidente de información de Televisa, Amador Narcia Estrada, describen ante las autoridades locales la cantidad de medios y equipos que formaban parte de la caravana de vehículos que se acreditaban comopropiedad de Televisa.
Sin embargo, la compañía mexicana ha rechazado tajantemente tener relación con los procesados o que los equipos y vehículos fueran de su propiedad.
Las cartas fueron encontradas en la furgoneta que conducía Alfredo M. Hernández, uno de los 18 integrantes de la caravana de mexicanos que fueron detenidos el pasado 20 de agosto en el puesto fronterizo norte de Las Manos, cuando intentaban ingresar a territorio nicaraguense rumbo a Costa Rica.
Los abogados defensores rechazaron la lectura y presentación de las cartas y pidieron que no se incorporaran como pruebas en el juicio.
La abogada Amy García, defensora de uno de los procesados dijo "que por respeto e igualdad de parte no debía darse lectura a esas cartas, lo que causaría ilegalidad en el proceso".
No obstante, el juez Altamirano no dio lugar a la objeción y ordenó que se siguiera con la prueba.
Los abogados defensores de los procesados pidieron que se dejara sentada la protesta del equipo de abogados defensores.
Las autoridades antinarcóticos de Nicaragua hallaron en tres de las furgonetas que portaban los logotipos de Televisa un total de 9,2 millones de dólares que presuntamente serían utilizados para la compra de drogas.
En el grupo figura una mujer, Raquel Alatorre Correa, aparentemente líder del grupo, quien era la encargada de las reservaciones de hoteles de lujo para el grupo, control de pasaportes, entre otros.