En una declaración emitida desde la Casa Blanca, Obama dijo que el tornado que arrasó parte de Oklahoma fue "uno de los tornados más destructivos en la historia" y "como nación, toda nuestra atención ahora está puesta en el trabajo urgente de rescate, y en las arduas labores de recuperación y de reconstrucción que nos esperan".
Obama indicó que fue informado de la situación por funcionarios importantes de su gobierno como la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y la asesora de Seguridad Nacional y Antiterrorismo, Lisa Monaco.