Las selecciones de Brasil y Bolivia jugarán un partido amistoso el 5 de abril, en Santa Cruz de la Siera, y la renta por la venta de las entradas será donada a la familia del adolescente boliviano muerto en el partido entre San José y Corinthians por la Copa Libertadores, confirmó el martes el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), José Maria Marin.
"Iremos con jugadores que actúan en Brasil. La selección se reunirá, viajará el mismo día del partido y regresará luego del juego", dijo Marin en una entrevista hoy al O Globo.
Según el dirigente, el partido "es un homenaje del fútbol brasileño a la memoria" de Kevin Beltrán Espada, de 14 años, muerto el 21 de febrero al ser alcanzado por una bengala lanzada supuestamente por la hinchada del brasileño Corinthians en el estadio Jesús Bermudéz, de Oruro, durante su debut en la Libertadores frente al San José local.
"Es una causa noble, no le devuelve la vida al chico", pero "es una ayuda a la familia", enfatizó Marin.
La semana pasada, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anuló la sanción al Corinthians de jugar de puertas cerradas en sus partidos como mandante en la Libertadores,dictada tras el incidente en Oruro, pero multó al equipo brasileño en el equivalente a 200.000 dólares.
Mientras tanto, doce miembros de las barra bravas de Corinthians siguen detenidos en el cárcel de Oruro, acusados de involucramiento en la muerte del menor boliviano, a la espera de un juicio. El abogado de los brasileños ingresó con un recurso para que ellos pudiesen esperar el juicio en libertad, pero la jueza Virginia Colque negó el pedido.
Asimismo, este martes las principales "hinchadas organizadas" del Corinthians se manifestaron frente al consulado de Bolivia en Sao Paulo para pedir la libertad de los brasileños.
Antes del partido con Bolivia, la selección brasileña se medirá el 21 de marzo ante Italia, en Ginebra, y cuatro días después jugará ante Rusia en Londres.