El partido que disputarán mañana miércoles en la capital panameña las selecciones de fútbol de Panamá y España, el campeón del mundo, no parece sólo un juego amistoso para festejar la conmemoración de los 500 años del descubrimiento del Mar del Sur.
El encuentro tiene bastante condimento para convertirse en plato fuerte, y no sólo por ser la primera vez que Panamá se enfrenta a España.
También lo hace en casa, con boletos para entrar al Estadio Rommel Fernández desde 45 dólares, un precio mayor al habitual en este escenario y para poder cubrir el costo del viaje al país de un equipo de esta importancia.
El partido es una especie de duelo entre "David" y "Goliat", por los pergaminos de campeón del mundo y campeón de la Eurocopa, y el deseo de empezar a hacer historia del balompié de Panamá, un país con sobrados méritos en deportes como el béisbol, el boxeo y el baloncesto.
También se han obtenido triunfos incluso en el salto largo, con el campeón olímpico panameño Irving Saladino en Beijing 2008.
Sin embargo, la nación canalera también quiere ser protagonista en el balompié.
Otra diferencia en las expectativas para este choque conmemorativo es el hecho de que la selección panameña es dirigida por el ex goleador panameño Julio César Dely Valdés.
Dely Valdés, como jugador, militó en ligas como las de España (con los clubes Real Oviedo y Málaga), Italia (Cagliari), Francia (París Saint-Germain) y Uruguay (Nacional), y conoce de la importancia de enfrentar a rivales de peso para seguir creciendo en el fútbol, que en otro momento ni habrían considerado enfrentar.
Una dosis de la medicina para seguir mejorando la saboreó ya este año el seleccionado panameño, que jugó el pasado 15 de agosto por primera vez ante Portugal, otro equipo de primer mundo en el "ranking" futbolero, con el que cayó por 2-0 en un partido que se disputó en la ciudad portuguesa de El Faro.
Aunque buena parte de los comentarios coincidieron en señalar que Panamá la sacó barata por las numerosas oportunidades de gol que generó el equipo lusitano pero que no supo concretar, el juego fue -en palabras de Dely Valdés- una experiencia, con un equipo canalero que no tuvo para este compromiso a todas sus figuras.
Tras su llegada en la tarde del lunes a Panamá, el portero titular de España, Iker Casillas, reconoció el interés de medirse a un equipo que dirige una figura como Dely Valdés, y quien en sus años de gloria se ganó con méritos el mote del "Panagol".
Otro goleador panameño que llamó la atención en el pasado en el balompié español, fue el mismo Rommel Fernández -conocido como "El Panzer"- quien murió en un accidente de tránsito el 6 mayo de 1993 en España.
Fernández jugó en los equipos Deportivo Tenerife, el Valencia FC y el Albacete.
Por sus logros, el Estadio Revolución fue rebautizado con el nombre de Rommel Fernández.
El técnico de Panamá ha rebautizado reiteradamente ante los medios al estadio como "El Fortín", refiriéndose a la idea de que Panamá no debe perder en su "casa" si quiere seguir soñando con la posibilidad de ir por primera vez a una Copa del Mundo de Fútbol en la categoría absoluta.
El equipo de Dely Valdés ha cumplido en buena parte lo prometido sobre su fortaleza como local en la actual Eliminatoria al Mundial de Fútbol de Brasil 2014, y ya que no ha perdido en casa.
Panamá ganó todos los partidos que disputó en el Estadio Rommel Fernández durante la última semifinal Premundial de la Concacaf (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y del Caribe de Asociaciones de Fútbol), en la que sólo cedió un empate sin goles frente a Honduras.
Además, el conjunto canalero ya había sorprendido en la serie a la escuadra "catracha", al superarlos en territorio hondureño, en San Pedro Sula, por 2-0.
La actuación de Panamá le permitió terminar segundo en el Grupo C con 10 puntos, detrás de Honduras, que tuvo igual puntaje pero mejor promedio de gol, y estar entre los dos clasificados de la Hexagonal final Premundial que se jugará el próximo año.
En el camino se quedaron de esta llave Canadá y Cuba, en ese orden.
Los tres mejores equipos de la Hexagonal se clasificarán de manera directa a la Copa del Mundo de Brasil 2014, mientras que el cuarto mejor seleccionado podrá jugar por otra plaza en serie de repesca ante un rival de la zona de Oceanía, probablemente Nueva Zelanda.
Todo está casi listo para este encuentro en el que pareciera ser, en buena parte, una expresión de amistad del equipo español y una oportunidad para Panamá de hacer historia y probarse a sí misma en qué nivel competitivo se encuentra.
La experiencia no es mala si se tiene en cuenta el pedregoso camino que aún deberá pasar Panamá para clasificarse por primer vez a un mundial.
A partir de febrero, Panamá debutará en la Hexagonal recibiendo a Costa Rica en el Estadio Rommel Fernández, y tendrá luego en cada partido una final al medirse ante Estados Unidos, Honduras, México y Jamaica en partidos de ida y vuelta, al igual que con el seleccionado costarricense.
"Este partido es histórico, y todos debemos disfrutarlo ante una selección de tanta variedad. El juego sirve de preparación para la Hexagonal y no es imposible ganarle a este rival, pero está claro que va a ser difícil", reconoció hoy Dely Valdés al hacerle algunas recomendaciones a sus jugadores para el compromiso del miércoles.
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