SINGAPUR, 14 ene (Xinhua) -- El ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, K. Shanmugam, ha expresado su confianza en que los lazos bilaterales entre China y Singapur no se vean afectados por una acción adoptada por conductores de autobuses chinos que trabajan en Singapur.
En respuesta a las preguntas planteadas por los parlamentarios hoy lunes, Shanmugam dijo que las acciones de los conductores se están juzgando de acuerdo a las leyes de Singapur.
"Nuestras leyes conciernen tanto a los singapurenses como a los residentes extranjeros en Singapur, de modo que nos encontramos ante una cuestión de aplicación de la ley y no esperamos que los incidentes afecten a las relaciones entre Singapur y China", dijo el ministro a los parlamentarios.
Más de 170 conductores se dieron de baja médica al mismo tiempo el pasado noviembre en una protesta fuera de lo común contra subidas de sueldo no equitativas y prácticas discriminatorias que los conductores aseguraron que existen en el operador de transporte público SMRT.
Se trató de la primera huelga en décadas en Singapur, donde las autoridades desalientan las acciones industriales haciéndolas muy difíciles mediante restricciones legales. En su lugar, se puso en vigor un sistema de consulta tripartita formado por los empleadores, los trabajadores y el gobierno.
El ministro interino de Recusos Humanos de Singapur, Tan Chuan-Jin, enseguida indicó que el incidente era una huelga ilegal. Cinco de los conductores fueron acusados posteriormente y 29 de ellos fueron deportados a China.
Uno de los conductores se declaró culpable sin la presencia de un abogado y fue sentenciado a seis semanas de cárcel. Los procedimientos judiciales todavía están en curso para los otros cuatro conductores, a los cuales se está representando de forma gratuita.