(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Respaldado por el 54 por ciento de la población, que según recientes encuestas apoya un mayor control de las ventas de armas de fuego, y el 59 por ciento que cree necesario prohibir la comercialización de determinado tipo de armas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, inició una difícil campaña para intentar evitar que el país vuelva a vivir tragedias como la del pasado viernes de Newtown (Connecticut).
Aunque difícilmente el mandatario pueda conseguir todo lo que se proponga al abrir este nuevo frente contra la poderosa e influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), lo cierto es que la magnitud de la matanza de los 20 niños y seis adultos del colegio Sandy Hook y la conmoción que ha causado el suceso en la sociedad estadounidense al parecer han terminado por concienciar a algunos de los hombres fuertes de la industria armamentística en el Congreso.
De manera que ya no solo se escuchan las voces de los congresistas que históricamente se han opuesto abiertamente a las armas, sino que legisladores como el senador Joe Machin, miembro del poderoso lobby de la NRA, han reconocido que “es tiempo de dejar atrás la retórica. Necesitamos sentarnos y hacer algo”.
Mientras Obama se comprometió en la vigilia en honor a las víctimas celebrada en Newtown a utilizar “todo el poder” que le otorga su cargo para cambiar las cosas y “evitar nuevas tragedias”, en Washington algunos se han puesto manos a la obra y han comenzado a preparar una legislación para conseguir un mayor control sobre las armas.
Desde la Casa Blanca se dijo el lunes que “el control de las armas es necesario para hacer frente a estos escenarios, pero es solo una parte. Se necesitan muchas medidas para solucionar el problema de la violencia en Estados Unidos”.
En tanto, en Nueva York, el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, partidario de ilegalizar las armas de fuego, urgió al presidente a presentar una legislación que permita acabar con la “epidemia nacional” de las “violencia con armas de fuego” y agregó que “debería ser ilegal tener un arma cuyo único propósito sea matar a un gran número de personas”.
En un acto con supervivientes y familiares de víctimas de armas de fuego, el alcalde calificó de “crimen indescriptible” la matanza del pasado viernes en Newtown, a unos 100 kilómetros de Nueva York.
Pero medios europeos consideran que no será sencillo sacar adelante algunas medidas concretas y que cualquier tramitación legislativa para imponer mayores controles costará un tremendo esfuerzo.
Las fuerzas que se oponen a la regulación de las armas, comenta El País, no han desaparecido de la noche a la mañana. Pero sí están debilitadas. La NRA se ha mantenido en silencio desde la tragedia del viernes. El Partido Republicano, su principal aliado en el Congreso, está también a la defensiva. Tanto, que está haciendo de repente toda clase de concesiones en el otro asunto que ocupa la actualidad, la negociación del abismo fiscal.
Pero, sobre todo, ahora existe el estado de ánimo nacional propicio para hacer lo que no se ha hecho antes. Las imágenes de 20 niños de 6 y 7 años, con sus caritas sonrientes, constantemente en las pantallas de televisión, es algo que ni los corazones más duros pueden resistir, concluye el diario.
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