BEIJING, 21 may (Xinhua) -- En un momento en que se recrudece la guerra comercial entre Estados Unidos y China, es el primero, quien provocó el enfrentamiento, el que tendrá que cargar con las consecuencias de su unilateralismo y su proteccionismo, ya que China está bien armada para el contragolpe.
La tensión entre las dos mayores economías del mundo subió de intensidad después de que EEUU impusiese aranceles adicionales sobre los bienes chinos e incluso esgrimiese razones de "seguridad nacional" para acosar a Huawei, una compañía china de telecomunicaciones.
Ante la postura proteccionista agresiva de EEUU, China ha demostrado su plena disposición a contraatacar con contramedidas arancelarias.
China ha reiterado que lanzará los contraataques necesarios si EEUU sigue actuando así.
Que nadie se equivoque: China no está jugando al farol. Hay muchas alternativas posibles dada la interdependencia de los dos países.
Una guerra comercial no beneficia a nadie, pero China tiene una economía sólida y abundantes herramientas políticas para aguantar más golpes en la guerra comercial, mientras que la expansión económica a largo plazo de EEUU ha llegado a un punto de inflexión y el país empezará pronto a notarlo.
Las bolsas estadounidenses fluctuaron bruscamente en las últimas dos semanas por los temores del endurecimiento de la guerra comercial. Los posibles efectos financieros pueden acabar con casi una década de tendencia alcista en el mercado bursátil, poniendo en peligro la recuperación de la economía norteamericana.
Las compañías multinacionales estadounidenses, que se han beneficiado mucho del acceso al enorme mercado chino y de una cadena de oferta global con costes reducidos y mayor competitividad, también se verán duramente afectadas si su participación en el mercado se contrae a medida que las medidas de EEUU perjudican el orden de aquel.
Sin duda alguna, China sufrirá recibirá golpes en la lucha, pero las futuras medidas unilaterales y proteccionistas de EEUU sólo elevarán la moral y el patriotismo de China para unirse como una fuerza formidable para enfrentarse a todos los desafíos, como ha sucedido repetidamente en la historia china.
Que Estados Unidos cierre la puerta a los productos e inversores chinos dañará a los actores involucrados, pero ayudará a impulsar la transformación económica de China en un innovador global por méritos propios.
China ha tratado de modernizar su estructura industrial con una estrategia de desarrollo impulsado por la innovación. Las empresas chinas han invertido mucho en investigación y desarrollo para fomentar su independencia tecnológica.
La actual reforma por el lado de la oferta, que reduce la dependencia de las exportaciones para fortalecer el crecimiento, generará un gran consumo. China tiene el mayor mercado del mundo, con unos 1.400 millones de consumidores que constituyen una golosina lo suficientemente grande y lucrativa para cualquier país. La Iniciativa de la Franja y la Ruta ayudará a conectar más mercados.
La mayor economía en vías de desarrollo del mundo está comprometida con la reforma y apertura, que es, en realidad, el as en la manga contra todo ejercicio de unilateralismo y proteccionismo.
China tiene el triunfo en sus manos, ya que el multilateralismo y el libre comercio son la tendencia de los tiempos y gozan del apoyo mayoritario del mundo.