Por Luan Xiang
BEIJING, 22 ago (Xinhua) -- La cosmovisión oriental del hombre como parte integral del universo podría ser el camino hacia un futuro mejor y contrarrestar la crisis ecológica, sugirieron pensadores en el Congreso Mundial de Filosofía, concluido el lunes en Beijing.
Algunas de las mentes filosóficas más brillantes del mundo participaron en el XXIV Congreso Mundial de Filosofía (CMF) de Beijing del 13 al 20 de agosto para evaluar los desafíos a los que se enfrenta la humanidad y encontrar respuestas a través del intercambio cultural y el esfuerzo colectivo.
Esta fue la primera vez que el congreso se celebraba en China en sus 118 años de historia.
Varios de los académicos coincidieron en proponer que la sabiduría oriental clásica del confucianismo, el taoísmo y el budismo, centrada en la armonía, debe ser valorada y aplicada como una solución viable para nuestro tiempo de conflictos, y en que plantea un camino digno en la búsqueda continua de la humanidad.
LA FILOSOFÍA DEL AMOR
El profesor de la Universidad de Sudáfrica Mogobe Ramose señaló la conexión entre los conceptos de "Ren" del confucianismo chino y "ubu-ntu", literalmente "soy porque somos", de la filosofía humanista africana centrada en la comunidad.
"Las implicaciones filosóficas de estos conceptos comparten la obligación común de buscar el camino de la verdad, la justicia y la paz en relación con el ser humano individual y colectivo, así como todo lo que vive", añadió.
Una forma de ser plenamente humano, en el sentido del Ren confuciano y el ubuntu africano, es extender el amor familiar al resto de personas, y más aún, al resto de criaturas que conforman los ecosistemas de este planeta solitario, planteó Graham Parkes, investigador en la Universidad de Viena y profesor visitante de Filosofía de la Universidad Normal del Este de China, en Shanghai.
El antropocentrismo deriva de las tradiciones filosóficas occidentales que ponen a los humanos por encima de todo lo demás, como en el caso del dualismo de Descartes, que desecha a los animales por irracionales, y por tanto inferiores a los hombres. "Esto puede llevarnos a la ruina, en la medida en que llevamos mucho tiempo poniendo en peligro la integridad de los ecosistemas naturales de los que depende nuestra supervivencia", advirtió Parkes, que instó a ir más allá de la visión antropocéntrica y comenzar a difundir las virtudes orientales de la bondad, misericordia, piedad y altruismo comunitario.
"El calentamiento global, la contaminación del aire, tierra y agua, la deforestación, la destrucción de la flora y fauna derivan en cierta medida de nuestra relación profundamente disfuncional con las cosas que nos rodean", advirtió.
Parkes apuntó que los pensadores taoístas recomiendan que los humanos superen el antropocentrismo mediante la extensión de las prácticas confucianas de la reciprocidad y empatía con los animales, las plantas y el resto de los seres, y atender a la interpretación de Zhuangzi del mundo como un campo de energías o "qì".
"El qì no es simplemente 'energía vital': también abarca los ríos y rocas, lo que en Occidente se define como materia 'inanimada', así como los reinos animal y vegetal. En resumen: todo", explicó.
EL TRATO MORAL A LOS ANIMALES
Toda una plétora de filósofos europeos de la Ilustración se negó a reconocer a los esclavos sacados de África como iguales, un sesgo discriminatorio hijo del antropocentrismo y el especismo que ha llegado hasta el momento actual, argumentó el filósofo nigeriano Obi Oguejiofor, profesor de la Universidad Nnamdi Azikiwe. "Entre los más destacados defensores de la deshumanización hay pensadores que todavía son parte del canon de la filosofía occidental como Hegel, Hume, Locke y Montesquieu", señaló.
Si tener la piel más pálida o los brazos más fuertes, ser mejor en matemáticas o pensar racionalmente pueden tomarse como bases válidas para determinar si un ser sensitivo tiene un estatus moral superior que justifica el abusar de los demás y poner los propios intereses por encima de las de otros, estamos preparando el caldo de cultivo del racismo, el sexismo y otras inmoralidades, planteó.
Peter Singer, reconocido filósofo moral australiano y profesor de Bioética en la Universidad de Princeton, escribió hace 43 años "La liberación animal", obra clave en la génesis del movimiento animalista. Hoy considera que los humanos controlan más la crueldad con los animales y ve probadas las consecuencias devastadoras para el ecosistema de la agricultura industrializada, y pide a los chinos que sigan reflexionando sobre cómo definir la moralidad humana según nuestra manera de tratar a los demás terrícolas.
La evolución moral, de la que son ejemplos las iniciativas para poner fin a la agricultura industrializada, la experimentación con animales en toxicología de los cosméticos, el uso de pieles o la promoción de la alimentación a base de vegetales, acompañan al avance de la civilización y son soluciones para el deterioro ecológico global, defendió.
Singer pidió a la audiencia que pensase qué hacer y cómo vivir moralmente cuando la verdad sobre la crueldad humana contra otros seres sensibles se ha revelado de manera visible en documentales tales como "Los terrícolas (Earthlings)".
EL CIELO Y EL HOMBRE EN ARMONÍA
"El diálogo entre Oriente y Occidente puede mejorar la noción de lo que es vivir una buena vida, y con ello proporcionar un potente estímulo para aprender lo que es ser humano en un mundo fuertemente interconectado y globalizado", dijo Paul Healy, investigador de la Universidad de Tecnología de Swinburne (Australia).
El énfasis en la interconexión del Este, de manera que "todo en el universo" se entiende que está "interconectado y es interdependiente", puede suponer un firme desafío al individualismo, señaló. Del mismo modo, la orientación cosmocéntrica de la filosofía tradicional oriental puede proporcionar un contrapeso necesario al antropocentrismo occidental, sugirió.
"En contra de la tendencia occidental tradicional de ver a la humanidad como 'privilegiada', en Oriente se la ha concebido como una 'pequeña parte del cosmos', contrapuso. Las implicaciones para las relaciones con el mundo natural son especialmente evidentes, ya que todas las criaturas, incluidos humanos, animales, plantas e incluso los seres no sensibles son considerados como partes de una unidad subyacente, por lo que ideas como dominar o conquistar la naturaleza son ajenas a las tradiciones orientales, subrayó.
Los desastres ecológicos son causados por la pérdida de la unidad perfecta entre el cielo (la naturaleza) y el hombre, concluyó el profesor Yang Guorong, de la Universidad Normal del Este. El veterano profesor de filosofía en la Universidad de Peking Zhang Shiying, de 97 años, no pudo presentar el domingo su ponencia por una indisposición, pero un representante leyó un texto explicativo.
El estudioso considera el universo como una red interconectada de la que nace la voluntad moral, que conforma una esfera donde "todas las personas son hermanos y hermanas, y todas las cosas son mis compañeras", una esfera donde se trasciende la división entre sujeto y objeto e impera el libre albedrío autónomo e independiente", rezaba el discurso, que incidió en la búsqueda de una moralidad absoluta que permita apreciar la verdadera belleza de la vida, una vida de calidad poética que valga la pena vivir.