Xiamen, Fujian, 18/07/2018 (El Pueblo en Línea) - "¡Buenos días a todos! Soy Keeko. ¡Encantado de conocerte! La escena ocurre en un aula de un jardín de la infancia donde un robot humanoide dotado con inteligencia artificial se presenta ante los niños. Y comienza a formular preguntas: "¿Por qué hay cuatro contenedores de basura de diferentes colores en nuestro patio?"
Keeko, un robot humanoide de 45 centímetros de altura y 4,5 kilogramos de peso se ha convertido en el nuevo profesor del jardín de la infancia Xingguo de Xiamen, provincia de Fujian.
Con la ayuda de Keeko, la maestra Yang Huizhen enseña a los niños el método de clasificación de la basura. Antes de celebrar la clase, ella estuvo varios días recolectando información para nutrir el “cerebro” del diligente robot.
"Una vez pensé que los robots basados en la inteligencia artificial nos robarían el empleo. No es así. Son buenos auxiliares pedagógicos y los niños sienten mucha curiosidad y deseos de interactuar con ellos", afirma Yang.
Keeko, que está programada para interactuar con niños menores de siete años, puede hacerlo a través de juegos, cantando, bailando, leyendo cuentos, conversando e incluso ejercitando matemáticas.
En China, los robots no sólo se utilizan en fábricas o empresas logísticas. Ahora están presentes en las aulas y jardines de la infancia. Robots como Keeko se utilizan en cuatro clases del jardín de la infancia Xingguo.
Por su parte, en el jardín de la infancia Ángel de Chongqing, un robot les recuerda a los niños los buenos hábitos que deben desarrollar.
"Debemos lavarnos las manos antes de comer", intruye. "Cuando hay mucho calor hay que tomar más agua”.
“Debido a su estética y voz atractivas, el robot humanoide es muy aceptado por los niños”, afirma el profesor Peng Liangjiao. “Gracias a él, nuestra carga de trabajo se ha aligerado mucho.”
Con el fin de servir mejor a los maestros y a los niños que estudian en los jardines de la infancia, las empresas que desarrollan los robots luchan por mejorarlos.
"Nuestros ingenieros cooperan con los maestros de los jardines de la infancia. Ellos son los que conocen bien a los niños y saben lo que los pequeños necesitan saber y la manera en que hay que enseñarlo", admitió Guo Changchen, director general de Keeko Robot (Xiamen), creador del gran Keeko.
"Los maestros pueden preparar las lecciones y copiarle ese contenido a los robots. A medida que acumulen más información, los robots se volverán más inteligentes y más útiles", agregó.
Hasta ahora, los robots desarrollados por la compañía que construyó a Keeko se utilizan en 672 jardines de la infancia de todo el país, precisó Guo.
Zheng Qinhua, profesor asociado de educación de la Universidad Normal de Beijing, siente alegría al constatar que los robots ya están llegando a las aulas.
"Utilizando tecnologías como el reconocimiento de imágenes y la interacción del lenguaje, los robots de inteligencia artificial pueden grabar y analizar con precisión los comportamientos de los niños, interactuar con ellos y acompañarlos", explicó Zheng.
Zheng cree que los robots de inteligencia artificial son, hasta cierto punto, una de las soluciones para la falta de maestros calificados.
Como respuesta al rápido envejecimiento poblacional, en el 2016 se puso fin a la política del hijo único que estuvo vigente en China durante décadas.
Un estudio llevado a cabo por el Centro para la Política Educativa de la Universidad del Sudoeste demostró que el déficit de maestros en los jardines de la infancia y de trabajadores para el cuidado de los niños en China probablemente superará los 3 millones en el 2021.
"Mientras la inteligencia artificial sea una herramienta para ayudar a los maestros, no podrán ser reemplazados", agregó Zheng.
"Enseñar requiere amor, paciencia y amabilidad. Por lo menos en esta etapa, los robots de inteligencia artificial no podrán ser portadores de esos valores", aseguró Zheng. “Aunque pienso que los robots de inteligencia artificial del futuro cumplirán la misma función que los maestros: acompañar y ayudar a crecer a los niños."