ZHENGZHOU, 27 nov (Xinhua) -- Aunque el frío ya aprieta, los habitantes del remoto pueblo de Xihe, en el centro de China, siguen ocupados con los turistas.
"Las casas antiguas se han reconvertido en posadas familiares que abren sus puertas a huéspedes para estancia cortas, y los habitantes son ahora guías turísticos", explica Zhang Yimou, funcionario de este pueblo del distrito de Xinxian, en la provincia de Henan.
En tan solo tres años, 106 de 118 hogares pobres del pueblo han salido de la pobreza, y el resto lo harán previsiblemente antes de que termine el año, según las cifras oficiales.
Xihe tiene una historia de más de 800 años y presume de una distintiva arquitectura de ladrillo. Por el pueblo discurre un riachuelo y los caminos están flanqueados por árboles centenarios, lo que le ha valido que sea calificado como uno de los pueblos más bellos de la provincia.
Oculto en lo profundo de las montañas, su desarrollo ha sido lento, no obstante. 410 de los 1.222 residentes empadronados vivían por debajo del umbral nacional de la pobreza en 2014, y hasta los edificios tenían un aire desolado.
"La vida antes era muy dura", recuerda el lugareño Zhang Sizhong. "En 2004 mi mujer y yo teníamos que trabajar en Shanghai para pagar deudas y sufragar la educación de nuestro hijo", dice.
La pareja ganaba al mes entonces unos 800 yuanes (121 dólares) y no gastaba más que cuatro yuanes por cabeza en comida al día.
El gobierno local decidió en 2013 impulsar la economía local a través del turismo.
"Se invitó a expertos de diseño de alto nivel de la prestigiosa Universidad de Tsinghua y la Academia de Bellas Artes de China para que rehabilitasen y transformasen los edificios antiguos y la disposición general del pueblo", apunta Zhang Yimou.
También se creó una cooperativa rural para ayudar a transferir el terreno rural y así desarrollar la agricultura moderna con campos de arroz orgánico y medicina tradicional china. Al mismo tiempo se plantó un jardín de té para los turistas, añade.
Hasta el momento se han transferido más de 360 hectáreas de terrenos, según un informe del portal web Sohu.com. Como consecuencia de ello se han establecido varios hoteles singulares, alguno de ellos con techos de vidrio transparente que permiten a los visitantes ver el cielo de noche. Otros se construyeron a base de contenedores.
"También enseñamos a los turistas técnicas tradicionales para fabricar aceites y tejer", relata el funcionario.
Zhang Sizhong abrió su posada familiar en 2015 y el negocio está prosperando.
"El día de mayor ocupación teníamos 16 meses de turistas", señala. "Tenemos seis empleados, pero aquel día no dábamos abasto", añade.
El pueblo atrajo en los últimos cuatro años más de un millón de visitantes, lo que generó unos ingresos de más de 30 millones de yuanes. En el sector turístico trabajan unos 1.200 residentes locales, que han visto incrementarse su salario anual medio per cápita en 6.000 yuanes.
"Estoy convencido de que con el planeamiento adecuado, las áreas rurales pueden tener un gran futuro por delante", asegura Zhang Yimou.
Desde el inicio de la reforma y apertura, China ha sacado de la pobreza a más de 700 millones de personas, 60 millones solo en los últimos cinco años. La tasa de pobreza ha caído del 10,2 por ciento a menos del cuatro por ciento.
China se ha fijado la meta del año 2020 para culminar el advenimiento de una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos y erradicar la pobreza absoluta en las áreas rurales.