TALLIN, Estonia, 23 nov (Xinhua) -- Las cooperación "16+1" entre China y los países de Europa Central y Oriental (ECO) inyecta nueva vitalidad a las relaciones entre China y Estonia, declaró hoy el embajador de China en Estonia, Qu Zhe.
En un artículo titulado "Progreso Conjunto de Cooperación '16+1' en la Nueva Época", publicado por el periódico estonio de finanzas "Aripaev", Qu dijo que la cumbre "16+1" es ahora una plataforma indispensable para la frecuente comunicación entre líderes de gobiernos y se ha convertido en un elemento esencial para fomentar la confianza mutua y para promover la cooperación práctica entre China y Estonia en las áreas de política, economía y comercio, cultura y educación, turismo e intercambios entre pueblos.
El embajador expresó la confianza de que los líderes de China y de los 16 países de ECO aprovechen la oportunidad de la sexta reunión de jefes de gobierno de China y países de ECO que tendrá lugar la próxima semana en Budapest, Hungría, para seguir adelante con los logros de los pasados cinco años desde la primera reunión de jefes de gobierno de China y de los países de ECO en Varsovia, Polonia, en la primavera de 2012.
La cooperación "16+1" cumple y proporciona valor agregado a las relaciones bilaterales entre China y cada uno de los 16 países de ECO y a la Asociación Estratégica Integral entre China y la Unión Europea (UE), comentó el embajador.
Europa Central y Oriental es un área que tiene activos intercambios entre Asia y Europa, y la alineación de la Iniciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China con el Plan de Inversión para Europa (conocido como Plan Juncker), proporciona nuevas oportunidades para la cooperación "16+1", indicó Qu.
El XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China que se llevó a cabo en Beijing en octubre, "trazó un plan de desarrollo de dos etapas para el período del 2020 hasta mediados de este siglo. En la primera etapa de 2020 a 2035, construiremos sobre las bases creadas por la sociedad modestamente acomodada para ver el logro de la modernización socialista. En la segunda etapa, a partir de 2035 y hasta mediados del siglo XXI, desarrollaremos a China para convertirla en un gran país socialista moderno que sea próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armónico y bello", afirmó Qu.
La economía de China ha contribuido en promedio con más de 30 por ciento al crecimiento global en los pasados cuatro años, y continuará siendo uno de los principales motores de la economía mundial en los próximos años, dijo el embajador.
En los próximos cinco años, se calcula que China importará productos por un valor de ocho billones de dólares, atraerá 600.000 millones de dólares en inversión extranjera y hará inversiones en ultramar por 750.000 millones de dólares, lo cual generará un mercado más grande, más capital, más productos y más oportunidades para otros países, dijo el embajador.