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Líder de vendedores de droga abatido en Ciudad de México operaba desde "despacho jurídico"

MEXICO, 21 jul (Xinhua) -- La guarida donde oficiales navales ubicaron y abatieron la víspera en un tiroteo a Felipe de Jesús Pérez, un líder de vendedores de droga del este de la Ciudad de México, se ostentaba como un despacho jurídico.

Enormes pinturas de la diosa griega Temis, símbolo de la justicia, y del escudo de la UNAM lucen en las paredes de las dos oficinas del inmueble de una sola planta, ubicado en el populoso barrio Conchita Zapotitlán, de la delegación política Tláhuac, en la periferia sureste de la capital.

La seriedad de la balanza de la justicia contrasta, no obstante, con los objetos sobre el escritorio frente a la pared: hojas de cuadernos con apariencia de ser cuentas del día de ventas de narcóticos y básculas de pesaje como las que policías usualmente aseguran a distribuidores de drogas.

"Miércoles 14 de junio... 100 gramos... 6 de piedra y 5 de polvo del bajo... 5 polvos del bueno... +7 kilos de café (como se conoce en México a la marihuana)", enumeraban datos escritos a mano en una hoja.

Vecinos del inmueble de portón gris en la calle Simón Alvarez consultados por Xinhua coincidieron en que el lugar se hacía pasar como la oficina de unos "licenciados". Ninguno refirió observar movimientos de hombres armados o situaciones que se salieran de la rutina.

"Se decía que era un despacho jurídico pero hasta ahí nomás. No veíamos cosas ni buenas ni malas", comentó Humberto, un obrero de 23 años de edad.

Más de 100 oficiales navales se apostaron la mañana de la víspera en sus inmediaciones cerrando las calles con vehículos blindados y artillados. Ordenaron a los habitantes que caminaban o se asomaban por las puertas que se resguardaran dentro de sus casas.

Tareas de inteligencia de las agencias de seguridad federales habían ubicado ahí a Pérez, un criminal apodado "el Ojos" al que el gobierno de la ciudad atribuía dominar desde 2012 la venta de drogas en la franja este y sur de la capital con un grupo llamado "cártel de Tláhuac".

La Marina-Armada de México indicó que los ocupantes recibieron a los marinos a balazos, lo que derivó en un tiroteo en el que Pérez fue abatido al igual que siete supuestos cómplices que portaban en su mayoría fusiles.

El patio trasero de la guarida mostraba hoy las huellas de la refriega porque en el piso de loseta permanecían cuatro amplias manchas de sangre, mientras que en la cochera contigua el parabrisas de una camioneta lucía 14 orificios por disparos.

Según las autoridades, "el Ojos" era un habitante de Tláhuac que desde sus calles había ampliado su rango de operación hacia las vecinas delegaciones políticas de Iztapalapa -la más poblada de la ciudad-, Xochimilco y Mila Alta.

Grupos de personas bloquearon por una hora la avenida Tláhuac e incendiaron cinco vehículos que robaron después de que Pérez fuera abatido, en una acción que buscó emular los disturbios que desde hace años miembros de cárteles de la droga realizan en los estados de Tamaulipas (noreste) y Michoacán (oeste) para frenar las operaciones de las fuerzas federales.

El alcalde de la Ciudad de México, Miguel Angel Mancera, aseguró hoy que el grupo de Pérez dista por tamaño y estructura de ser un cártel de la droga, luego de que el saldo de la operación y los disturbios consecuentes levantaran alarma entre sectores de la población.

"Eso sí, es una organización delictiva grande, fuerte y que requería intervención sólida", abundó Mancera en conferencia de prensa.

La Policía de la ciudad desplegó decenas de oficiales para patrullar las calles de Conchita Zapotitlán e inspeccionar vehículos en puntos de revisión instalados en las avenidas que llevan a ella.

Raúl, un vecino, reprochó que la Policía aumente su fuerza a partir de los hechos porque, acusó, la zona acarrea desde tiempo atrás inseguridad por los puntos clandestinos de venta de droga.

"Aquí la droga y el asalto son los problemas. Hay un montón de tienditas (puntos de venta)", advirtió el hombre de 59 años de edad