BERLIN, 29 jun (Xinhua) -- Funcionarios alemanes quieren impedir que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, hable a sus simpatizantes al margen de la cumbre del G20 de la próxima semana en Hamburgo, informó hoy la revista noticiosa alemana Spiegel.
Durante una visita diplomática a Rusia, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, confirmó que recibió "una petición oficial de Turquía para que el presidente turco Erdogan ... se dirigiera a sus conciudadanos".
Gabriel rechazó la propuesta a la que describió como "poco sensata en este momento".
Además de expresar la opinión de que este discurso "no encajaría en el actual paisaje político", Gabriel dijo que duda de que pudiera haber "fuerzas policiales suficientes para garantizar la seguridad al margen de la cumbre del G20".
Gabriel dijo además a su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, que los planes de Erdogan "no son una buena idea" y propuso a la canciller Merkel establecer una prohibición general a las apariciones en público de políticos ajenos a la UE en los tres meses previos a las elecciones nacionales alemanas en septiembre.
El vocero de Merkel, Steffen Seibert, informó a Spiegel que las opiniones de Gabriel reflejan la postura oficial del gobierno, la cual fue acordada previamente.
La solicitud de Erdogan revivió recuerdos incómodos de un conflicto más amplio entre Turquía, Alemania y otros Estados miembros de la UE sobre actividades de campaña de políticos turcos en todo el continente durante la primavera.
Con la esperanza de obtener el apoyo de las comunidades migrantes turcas en países como Alemania, Holanda y Austria para un controversial referendo constitucional, Erdogan y los miembros de su partido AKP buscaron realizar actividades de campaña, pero se enfrentaron a una fuerte oposición en varias capitales europeas.
Aunque un alto tribunal provincial alemán determinó en el 2016 que el gobierno federal alemán podría impedir tales apariciones, Merkel se negó a imponer una prohibición general a los discursos de los políticos turcos antes del referendo constitucional y dejó la decisión a las municipalidades.
En marzo, un político del AKP y Cavusoglu se vieron obligados a ofrecer su discurso desde un balcón del consulado turco luego de que las autoridades de Hamburgo prohibieron la aparición en el vestíbulo de un evento con el argumento de que que la seguridad en relación con los incendios era inadecuada.
La reforma constitucional propuesta por Erdogan fue aprobada por estrecho margen en el referendo del 16 de abril.
Las relaciones entre Ankara y Berlín se han tensado severamente debido a que los políticos alemanes han expresado una creciente preocupación por lo que consideran como las tendencias autocráticas de Erdogan.
Los gobiernos de Alemania y Europa también temen que Erdogan siembre la discordia entre sus simpatizantes y sus opositores en las comunidades migrantes.
El gobierno turco está descontento por el hecho de que Berlín concedió asilo político a soldados turcos a los que acusa de estar involucrados en un fallido golpe militar contra Erdogan.
En una demostración reciente de las crecientes tensiones entre estos dos miembros de la OTAN, Turquía prohibió a parlamentarios alemanes visitar a las tropas turcas estacionadas en la base de Incirlik de la fuerza aérea turca.
El gobierno alemán respondió a la prohibición confirmando el traslado de las fuerzas armadas a una nueva base en Jordania.