CHONGQING, 9 may (Xinhua) -- Cientos vehículos Ford fabricados por una empresa sino-estadounidense están aparcados al lado de la plataforma esperando a ser cargados en el tren. Unos enormes contenedores pintados con las palabras "tren de China a Europa" forman una pila alta como una montaña. Grúas gigantescas trabajan para estibar la carga en vagones destinados a diferentes países: Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia y Turquía.
Esto es Tuanjiecun, que en chino significa "pueblo unido". En tiempos una pequeña y corriente estación ferroviaria en la Municipalidad de Chongqing, en el suroeste de China, en 2011 vio partir al primer tren de mercancías con destino a Europa.
"Aquello abrió un nuevo capítulo en la historia del transporte transcontinental del siglo XXI y fue luego incorporado a la Iniciativa de la Franja y la Ruta", recuerda Wang Weiping, funcionario de ferrocarril de Chongqing.
Zhang Xin, jefe de la estación de Tuanjiecun, aún recuerda el día en que el primer tren de mercancías China-Europa emprendió la marcha. "Yo di la orden de salida", dijo, para detallar que aquel tren, con destino a Alemania, llevaba computadoras y otros aparatos electrónicos.
Tuanjiecun era anteriormente una estación de cuarta clase con sólo 20 empleados, situada en terrenos de cultivo a las afueras de Chongqing. Sólo tres trenes de pasajeros paraban en la estación cada día.
Hoy se ha convertido en una estación de primera clase con más de 200 empleados permanentes y 600 temporales. Entre los visitantes que pasan por ella se cuentan ministros extranjeros de transporte y otros funcionarios provenientes de Europa y el sureste asiático.
"Nunca imaginé que esta pequeña estación pudiese un día servir de enlace directo al mundo exterior", rememoró Zhang, de 45 años, que admitió que su mayor problema ahora es encontrar trabajadores suficientes para cubrir la intensa actividad existente.
Durante los primeros dos años de funcionamiento salía hacia Europa un solo tren semanal. Desde 2013, cuando la Iniciativa de la Franja y la Ruta fue propuesta, el número de trenes ha pasado a ocho o nueve cada siete días.
En vista del éxito, otras 20 ciudades chinas han habilitado servicios de trenes de mercancías directos a Europa, que transportaron el año pasado artículos por un valor total de 20.000 millones de dólares.
Anteriormente, la mayor parte de los productos se exportaba por vía aérea o marítima, con altos costos y largos tiempos de viaje, respectivamente.
Todas las ciudad seleccionadas como punto de partido a Europa son centros económicos. Tuanjiecun fue elegida como estación de prueba debido a su proximidad a Chongqing, un centro de exportaciones. La municipalidad ha registrado el crecimiento económico más rápido de China en los últimos tres años, y el transporte ferroviario es considerado un barómetro de la economía china.
El número de vagones que pasan diariamente por la Estación Occidental de Chongqing, que administra la estación de Tuanjiecun, ha pasado de 5.000 a 10.000, detalló Wang.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta, que vincula a decenas de países a lo largo de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI, es un componente crucial de la actual política exterior de China.
La propuesta toma su nombre de la histórica red de rutas rodadas que conectaban las antiguas civilizaciones de Asia, Europa y África y transformó la naturaleza de los vínculos comerciales internacionales.
El estatus de Tuanjiecun se ha vuelto todavía más importante tras la apertura el mes pasado de una nueva línea, la Chongqing-Singapur, que enlaza el interior de China con el sureste asiático.
"Conectar los ferrocarriles de Chongqing a Europa con los que van a Singapur convierte a esta en la línea ferroviaria más larga del mundo, indicó Wang, que añadió que Tuanjiecun es el punto crucial del tránsito en este corredor de transportes.
Zhang afirmó que el puerto ferroviario internacional está siendo ampliado masivamente para aumentar su capacidad de transporte.