La economía de China crece más allá de las cifras |
BEIJING, 19 abr (Xinhua) -- Aunque algunos opinen que China sigue dependiendo de sus motores tradicionales de crecimiento, la segunda mayor economía del mundo, que aumenta por encima de las expectativas, está logrando avances que van más allá de esta alza.
Si se va al detalle del 6,9 por ciento de crecimiento en el primer trimestre de 2017, lo que llama atención es el papel cada vez más importante de los sectores del consumo y los servicios.
El crecimiento del PIB se aceleró en comparación con el 6,8 por ciento del trimestre previo, y el 77,2 por ciento de la subida se debe al consumo, que fue 12,6 puntos superior al nivel de 2016, de acuerdo con los datos oficiales.
Además, el sector servicios creció el 7,7 por ciento en los primeros tres meses, superando la subida del tres por ciento en el sector agrícola y del 6,4 por ciento en la industria secundaria. El sector servicios representó el 56,5 por ciento del crecimiento total.
La economía china no sólo pudo evitar una "aterrizaje forzoso", sino que también se está estabilizando, con una mejor estructura y más empleo, anunció el martes el primer ministro, Li Keqiang.
Mao Shengyong, un portavoz del Buró Nacional de Estadísticas (BNE), dijo que los chinos están gastando más dinero en servicios, mientras que la ola de innovación e iniciativa emprendedora ha espoleado la creación de nuevos negocios y formas de consumo.
Los ingresos disponibles per cápita de los chinos crecieron un siete por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado en términos reales, un ritmo mayor que el del crecimiento del PIB y todavía más al alto en el caso de los residentes rurales, que experimentó una subida del 7,2 por ciento.
La recuperación del crecimiento de China no fue causada por los estímulos monetarios a plazo corto sino por la urbanización y la reforma estructural por el lado de la oferta, afirmó Zhang Liqun, un investigador del Centro de Estudios sobre el Desarrollo, dependiente del Consejo de Estado.
El economista del Centro Nacional de Información Xu Hongcai opinó que lo más destacable de los datos del primer trimestre fue la recuperación de la inversión privada, que creció interanualmente el 7,7 por ciento, un incremento notable en comparación con el 3,2 por ciento de 2016.
China ha cesado de buscar la expansión a toda velocidad y ahora pone más énfasis en facilitar las reformas, al tiempo que el gobierno ha fijado la meta de crecimiento de 2017 en el 6,5 por ciento.
Paralelamente, el país ha propuesto ajustes estructurales ambiciosos como la creación de 11 millones de nuevos puestos de trabajo y la reducción del exceso de capacidad en unos 50 millones de toneladas de acero y 150 millones de toneladas de carbón.
China tiene que acelerar el ritmo al que sustituye los motores de crecimiento tradicionales por los nuevos para transformar y optimizar la economía, dijo el primer ministro Li, que advirtió de las dificultades para la recuperación de la economía global y de la presión a la baja relativamente fuerte en la economía nacional.
El Banco Mundial indicó en un informe publicado la semana pasada que la transición de China hacia un modelo de crecimiento más lento pero reequilibrado estructuralmente sigue su camino y pronosticó una desaceleración gradual conforme se produce el cambio hacia el consumo y los servicios.
"Los gobernantes chinos gestionarán el reequilibrio", lo que supone que continuarán con las reformas estructurales a largo plazo y el apoyo a los nuevos motores de crecimiento y que seguirán facilitando la transición económica hacia los servicios y los productos de alto valor agregado, previó el economista jefe para la región de Asia Oriental y el Pacífico del Banco Mundial, Sudhir Shetty.
Aparte de apoyar el crecimiento, es necesario que la política económica de China de prioridad a profundizar en la reforma estructural por el lado de la oferta para asentar unos cimientos sólidos para el desarrollo a medio y largo plazo, consideró Zhang Liqun.