Zhejiang, 03/02/2017 (El Pueblo en Línea) -El 1 de febrero, las imágenes de una despedida enternecedora corrieron como la pólvora por la red. En las fotos, una madre de pelo blanco se apoya en el coche, sonríe amablemente, y observando atentamente cómo sus hijos se marchan. Los ojos de la anciana revelan una nostalgia infinita, y sus arrugas profundas muestran el efecto de sus sentimientos durante décadas de distanciamiento.
Zhou Jianhai, de 41 años, entrenador en la Escuela de Deportes Chenjinglun de Hangzhou, y es natural de la aldea Huangzhuang en el condado Wencheng. La mujer anciana de la foto es su madre, Hu Xianju, de 80 años. Debido al trabajo, Zhou Jianhai rara vez tiene la oportunidad de reunirse con sus padres. El 26 de enero comenzaron sus vacaciones de Año Nuevo Chino, y Zhou Jianhai regresó a su pueblo natal. Esta vez visitó primero junto con su esposa a ocho ancianos de otros pueblos y regalaron a cada uno un sobre rojo con 200 yuanes. Posteriormente, él y sus padres celebraron un feliz año nuevo.