SHIJIAZHUANG, 23 ago (Xinhua) -- Las residencias de ancianos son una relativa novedad en China y se enfrentan a una serie de problemas, en una nación en la que tradicionalmente se considera a la familia como la principal proveedora de cuidados.
En una centro asistencial de Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, es común ver a los administradores ayudando a las enfermeras a mover y bañar a los ancianos.
Fundada en 2013, la Residencia de Ancianos de Zhongqiao cuenta con 260 camas pero solo 20 enfermeros de mediana edad, la mayoría de las cuales son mujeres que se han retirado de sus puestos de trabajo manual.
"Necesitamos empleados jóvenes imperiosamente, pero no pudimos encontrar ninguno durante el periodo de contrataciones", apuntó el director de la residencia, Shang Fuming.
En cooperación con un hospital local, el centro asistencial está especializado en el cuidado de ancianos que sufren enfermedades cerebrovasculares, la mayoría de los cuales no son capaces de cuidar de sí mismos.
Aunque China está aumentando los servicios de atención para personas de la tercera edad, no hay suficientes enfermeros para atender a la creciente población anciana.
La implementación estricta durante décadas de la política de planificación familiar y el aumento de la esperanza de vida han situado a China en una encrucijada demográfica dado el rápido envejecimiento de su población.
En 2015 había en China más de 200 millones de personas mayores de 60 años, cifra que representa más del 16 por ciento de la población total. El número de personas mayores de 65 años se situó en 144 millones.
Para contrarrestar la falta de personal formado, el Ministerio de Educación y otros ocho departamentos gubernamentales emitieron una circular conjunta en julio de 2014 alentando a las universidades y colegios a que impartiesen estudios sobre atención a ancianos.
Sin embargo, pocos de entre estos graduados eligen puestos de trabajo relacionados con tales estudios.
Zhang Meng, una estudiante universitaria de 20 años que cursa el segundo curso de la carrera de servicio y administración de atención a ancianos en el Colegio de Política de Juventud de Beijing, dijo a Xinhua que le gustaría trabajar en la atención a ancianos tras graduarse, pero solo quiere conversar y organizar actividades y no tiene interés en cuidar de personas que no puedan levantarse de la cama.
Zhang Zhenqiang se graduó en dicha carrera en 2013, pero entre sus 30 compañeros de clase solamente tres trabajan en el cuidado de ancianos.
Al mismo tiempo que muchos graduados menosprecian este tipo de empleos, los centros de atención prefieren a trabajadores no titulados porque tienen más experiencia y piden salarios más bajos.
Du Shuyun, jefa de la Residencia de Ancianos Hengchun, en el distrito de Chaoyang de Beijing, admitió que aceptan estudiantes en prácticas con ideas creativas sobre juegos y ejercicios, pero a la hora de las contrataciones, es más probable que seleccionen a ex niñeras de mediana edad.
"Los graduados universitarios demandan elevados salarios y mejores condiciones, pero carecen de experiencia en el cuidado de ancianos", señaló Du, que agrega que a medida que se dedica más inversión al sector, la creciente competencia obligará a los centros de atención a mejorar los servicios y proporcionar servicios diversos y a medida como el cuidado de la salud mental y la terapia física.
Durante una reunión nacional sobre salud celebrada en Beijing el viernes y el sábado, el primer ministro chino, Li Keqiang, subrayó que China integrará la industria sanitaria con la atención a ancianos para eliminar las barreras estructurales.