Las decisiones tomadas por la Corte Permanente de Arbitraje resultan injustas y por ello está justificado el rechazo de China en su contra, aseguró a Xinhua el profesor asociado de la universidad de Houston Downtown Peter Li, en una reciente entrevista.
La admisión del tribunal de la solicitud de arbitraje realizada por Filipinas constituyó una aplicación equivocada del Artículo 287 de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, según siglas en inglés), indicó el académico.
Ese artículo y el Anexo VII de la UNCLOS establecen el inicio de procedimientos arbitrales obligatorios para abordar conflictos sobre la interpretación o aplicación de la Convención, la cual, sin embargo, no está diseñada para ser un mecanismo de resolución de las disputas territoriales.
En 2006, China aclaró que la resolución de las disputas sobre la delimitación marítima no está bajo la jurisdicción del Artículo 287.
En este marco, es injusto que el tribunal acepte el caso presentado por Filipinas, destacó Li, quien argumentó su posición en tres puntos.
Primero, la Corte Permanente de Arbitraje admitió la demanda unilateral de arbitraje de Filipinas mientras que rechazó la oposición china al respecto, lo que demuestra su postura sesgada en favor de Manila.
Segundo, el tribunal ha aceptado todas las reclamaciones filipinas mientras que ha rechazado todos los argumentos de China, incluida su petición de excluir la delimitación marítima de los procedimientos de arbitraje obligatorios y de seguir los principios de resolución y consultas pacíficas acordados entre los países del Sudeste Asiático.
Tercero, el tribunal ha abusado de su mandato otorgado por la UNCLOS, al involucrarse en una disputa territorial que no tiene la autoridad de arbitrar.
Debido a la injusticia de las acciones del tribunal, China no tiene la obligación jurídica de participar en el procedimiento ni de aceptar el veredicto, resaltó Li.
"El rechazo de China y su no participación en los procedimientos de arbitraje están en conformidad con la UNCLOS", agregó.
Como nación soberana, China goza del derecho a utilizar todos los medios para defender su seguridad territorial, aseguró.
El inminente fallo avivará las tensiones en el Mar Meridional de China, ya que podría enviar a Manila un mensaje erróneo de que cuenta con el respaldo de la comunidad internacional a sus reivindicaciones territoriales, animándole a hacer la vista gorda ante los esfuerzos de China por una solución pacífica a la disputa mediante conversaciones bilaterales, razonó Li.
"Las disputas territoriales se deben resolver a través de negociaicones bilaterales o trilaterales o multilaterales entre las partes involucradas. Por lo tanto, las disputas son un asunto entre China y Filipinas", dijo Li.
El estudioso elogió al gobierno de Beijing por sus esfuerzos de buscar una solución negociada a las disputas en el Mar Meridional de China, calificándolos de una "estrategia adecuada".
"La postura de China es la de resolver las disputas por los países directamente implicados y con ésta se puede impedir que el conflicto se vea arrastrado a una complicada red de intereses privados que no tiene nada que ver con el interés de los países en la región", enfatizó Li.