En auge el tráfico ilegal de cactus codiciados |
Fuente:agencias
Ciudad de México,11/05/2016(El Pueblo en Línea)-Las cactáceas, nombre científico de la familia botánica popularmente llamada "cactus", sólo habitan en los ecosistemas áridos de América. La única excepción es la especie Rhipsalis baccifera, que crece en estado silvestre en el sur de África.
El 31% de las 1.480 especies de cactus están amenazadas de extinción, según un estudio publicado en octubre en la revista Nature Plants. Esto las convierte en uno de los grupos taxonómicos en mayor peligro, incluso por encima de los mamíferos y las aves.
En Estados Unidos y México hay 600 especies nativas de cactus y 400 endémicas, o sea, que no nacen en ningún otro lugar del mundo.
"No esperábamos que los cactus estuvieran tan amenazados y que el comercio ilegal fuera un impulsor tan importante de su declive", dijo Barbara Goettsch, autora principal del estudio, tras su publicación.
Los países en los que hay mayor tráfico ilegal de cactus son Estados Unidos y México.
"Dado que estas plantas se encuentran en una localización geográfica limitada, se han convertido en tesoros preciados para entusiastas y coleccionistas tanto domésticos como extranjeros", agregó.
El precio de un cactus es muy variable, pero básicamente su valor en el mercado negro crece junto con su escasez y aspecto único. Además, una planta adulta es más cara que una joven, que un fruto o semilla, y aquellas tomadas de la naturaleza son todavía más codiciadas por no ser "artificiales".
Crecen en lugares difíciles de acceder y, por ende, de patrullar. Además, estos sitios son despejados, lo que dificulta el discreto monitoreo de los traficantes. Además, es una actividad ilegal de baja prioridad para la Justicia, por lo que las penas son leves y los traficantes suelen reincidir.
En 1996, los coleccionistas pagaban por una biznaguitas más de 1.000 dólares. Sin embargo, hoy en día se consigue en cualquier mercado de Ciudad de México por menos de 10 dólares.
Todas las cactáceas están protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), acuerdo al cual se han adherido más de 180 países, entre los cuales están EE.UU. y México.
Pese a ello, "algunos ladrones de cactus van a arrancar plantas de su hábitat porque, como pasa con los huesos de tigre y cuernos de rinoceronte, alguien va a pagar mucho dinero por ello", escribió el periodista J. Weston Phippen de la revista The Atlantic.
Según las autoridades estadounidenses, no hay una tendencia entre los traficantes: a veces se enfrentan con individuos, a veces con grupos organizados.
Un ejemplo de un grupo de contrabandistas fue registrado en octubre, cuando agentes de China y Alemania detuvieron a nueve personas e incautaron 1.250 plantas provenientes de EE.UU. y México, varias de ellas en peligro de extinción.
"No hay que perder de vista que para algunos coleccionistas realmente fanáticos".
Para evitar la recolección ilegal de cactus, los científicos ya no publican la ubicación de las especies recién descubiertas.