Diego Ramiro Guelar, embajador de Argentina en China, interviene durante el Día Mundial Malbec. (Foto: YAC)
Por Yasef Ananda
Beijing, 03/05/2016(Pueblo en Línea)-Con la presencia de distribuidores internacionales de las principales bodegas argentinas y la asistencia de reconocidos expertos chinos del sector, se celebró en Beijing el Día Mundial Malbec, una iniciativa de la agencia Vinos Argentinos que busca promover el conocimiento y el gusto por la tradición vinícola del país sudamericano.
Los valles argentinos donde se cosecha la uva son muy reconocidos por su altitud, su clima continental seco, la extensión de territorio dedicado a la vinicultura, la fertilidad de la tierra y la pureza de sus aguas.
“Hoy les presentamos 52 bodegas argentinas que trabajan todos los días para lograr este magnífico vino”, destacó Diego Ramiro Guelar, embajador de Argentina en China. “Es muy difícil producir buen vino. Eso todavía en China no ocurre, pero estoy seguro que en el futuro se logrará porque con la capacidad de aprendizaje y de trabajo que tiene el pueblo chino, van a producir muy buen vino y también algún día ganarán el Campeonato Mundial de Fútbol.”
La producción de vino argentina se distingue por el varietal Malbec. Sus origenes se retoman a la Francia de la edad media. En 1853 la cepa llega a Argentina, específicamente a Mendoza. Allí el Malbec se adaptó rápidamente, mejor incluso en que en su región de origen. Se inauguraba entonces el comienzo de una larga tradición que llega hasta hoy y se abre paso en China.
Alex Chen es el director general de Ocean China-Argentina, una empresa de la ciudad de Fuzhou, en la provincia de Fujian, que distribuye 8 marcas de vino argentino, entre las que se destacan, Zolo, Valle de la Luna, Caballero de la Victoria y Santa Julia.
“El vino argentino gusta en China. Poco a poco lo hemos ido presentando y ha sido muy bien aceptado. Antes, los vinos franceses e italianos eran los más conocidos. Europa reinaba”, explica Chen, con acento argentino. “Pero ahora que los chinos viajan más y que también hay una gran cantidad de chinos de origen que, al igual que yo han retornan al país después de vivir años en América del Sur, traemos el conocimiento sobre los productos de ultramar y desarrollamos el comercio entre China y América Latina.
Recientemente Jean-Marie Aurand, director de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) destacó que “el crecimiento del consumo de vino en el país muestra la popularidad del vino tinto entre la clase media china, que lo ve como un símbolo de estatus además de un producto que ofrece beneficios para la salud.
“El consumir chino ahora tiene muchas opciones a la hora de decidirse a comprar una buena botella de vino, por eso nos interesa mucho la fidelidad del consumidor. Celebrar, a nivel mundial, el Día Mundial Malbec es promover un valor de marca que nos ayuda como distribuidores a llegar a más clientes chinos interesados en el buen vino que se produce en Argentina”, subraya Vivian Liu, directora de Green Soul, que distribuye la marca Casa de Tango.
La tendencia positiva en China, el quinto mayor consumidor de vino del mundo, contribuyó a un crecimiento del mercado mundial en casi un dos por ciento en volumen a 104,3 millones de hectolitros, y un 10,6 por ciento en términos de valor a 28.300 millones de euros, de acuerdo a la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
“La cultura del vino que aprendí desde chico es la cultura de la amistad, del compartir una mesa, de la sensualidad. Consumirlo en pequeños sorbos, sin emborracharse. El vino es bueno para estimular los mejores sentidos del hombre, no para perder la cordura. Para eso hay que tomar otras bebidas, jamás vino, y mucho menos el vino argentino”, destacó el embajador.
Precisamente, el gran escritor argentino Jorge Luis Borges en su “Soneto del Vino”, con nítidos versos dibujó su naturaleza universal y eterna.
El vino/ fluye rojo a lo largo de las generaciones/ como el río del tiempo y en el arduo camino/ nos prodiga su música, su fuego y sus leones.
“En mi opinión el vino argentino tiene tres cualidades para triunfar en China: capacidad de producción, calidad y un precio excelente”, concluye Chen.