Unos cuatro millones de brasileños volvieron a la pobreza como consecuencia de la crisis económica en el país, que provocó un aumento del desempleo y una caída de los salarios en 2015, según un estudio difundido hoy por la prensa local.
El estudio elaborado por la economista del banco Bradesco, Ana Maria Barufi, con base en datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, (IBGE) ,y divulgado por el diario local "Valor Económico", muestran que de enero a noviembre de 2015 cayó dos puntos porcentuales la participación de la clase "C" (clase media) en la pirámide social del país.
Las personas de la clase "C", que antes del estudio representaban el 56,6 por ciento de la población de Brasil, disminuyeron a 54,6 por ciento, lo cual equivale a 3,7 millones de personas, según el último Censo Nacional.
Las personas que salieron de la "clase C" conforman ahora las clases "D" y "E", las más bajas.
La clase "D, aumentó al pasar de 16,1 a 18,9 por ciento en la misma comparación, mientras que la clase "E", la más pobre, pasó del 15,5 al 16,1 por ciento.
Según el IBGE, la clase "C" es aquella que en 2015 tuvo una renta mensual de 1.646 a 6.585 reales (de 407 a 1.630 dólares), mientras que la "D" la componen aquellas personas con una renta de 995 a 1.646 reales (de 233 a 407 dólares) y la "E" la forman los que ganan menos de 995 reales (233 dólares) al mes.
El empeoramiento de la crisis debe provocar que el tamaño de la clase "C" pase a ser menos de la mitad de la población, para caer a los niveles de 2010.
Según el estudio no se tiene perspectiva de reversión a corto plazo, ya que el agravamiento de la crisis perjudica a las clases más bajas.
La inflación de 2015, superior a 10 por ciento, afecta a aquellos que tienen menor renta, factor que aumentará la desigualdad en los próximos años.