Los planes de comercialización de los dos productos turísticos de aventura forman parte de los esfuerzos gubernamentales por diversificar la oferta en el sector e incrementar los ingresos por ese rubro.
La idea es convertir al turismo en la segunda fuente de divisas para la isla, sólo superada por la venta de servicios médicos.
La industria turística cubana vive sus mejores momentos en una espiral ascendente con un crecimiento superior al 15 por ciento en el primer semestre del año, según las últimas cifras de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
La llegada de visitantes internacionales creció 15,9 de enero a junio de 2015 respecto a igual período de 2014, según la publicación "Turismo" de la ONEI, entidad encargada de los datos oficiales del gobierno cubano.
En 2014, la industria turística de la isla, que genera ingresos anuales por arriba de los 2.500 millones de dólares, logró un record superior a los 3 millones de vacacionistas.
A tono con la actualidad política, la industria turística se apresta a continuar por el camino de la expansión ante una eventual normalización de las relaciones con Estados Unidos.
De acuerdo con especialistas del sector, la isla puede recibir entre 3 y 3,5 millones de turistas estadounidenses al año, aunque para ello deberá ampliar su infraestructura hotelera, algo que está en los planes del Mintur.
El crecimiento y modernización de la planta hotelera se inscribe en las estrategias de la isla, que espera disponer de unas 85.000 habitaciones para 2020, en su mayoría de alto nivel.
Cuba cuenta actualmente con una capacidad hotelera de unas 61.200 habitaciones de estándares internacionales, de las cuales 66,5 por ciento corresponde a hoteles de cuatro y cinco estrellas.
Varias aerolíneas estadounidenses y compañías de cruceros también han expresado interés en comenzar a operar vuelos comerciales a la isla tan pronto como se permita legalmente.
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