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ESPECIAL: EEUU tiene otra vez Embajada en La Habana

Actualizado a las 21/07/2015 - 09:29
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Por Raúl Menchaca

LA HABANA, 20 jul (Xinhua) -- Tras 54 años de haber roto las relaciones con Cuba, Estados Unidos recobró hoy su Embajada en La Habana como parte del proceso de restablecimiento de los vínculos entre los dos países.

De mutuo acuerdo entre los dos gobiernos, a las 00:01 minutos de este lunes, se formalizó la reanudación de las relaciones diplomáticas, rotas por Washington el 3 de enero de 1961.

De esa forma, el edificio que alberga a la Sección de Intereses de Estados Unidos (USINT por siglas en inglés) en La Habana recobró su condición de embajada, tal y como sucede en Washington con la respectiva legación cubana.

En la recuperada embajada estadounidense no ha sido izada la bandera de las barras y las estrellas a la espera de la llegada del Secretario de Estado John Kerry, quien presumiblemente visite la isla a fines de este verano para convertirse en el primer funcionario de su rango que llega a La Habana en más de medio siglo.

Según un funcionario del Departamento de Estado, acogido al anonimato en un encuentro telefónico con periodistas, no existen requerimientos legales que obliguen a hacer ondear la bandera para oficializar la sede.

En la década de 1940, la embajada de Estados Unidos y la Oficina de la Cámara Americana de Comercio funcionaron en un edificio de la zona antigua de La Habana, donde había bancos, firmas de abogados y peritos mercantiles, grandes almacenes, tiendas y librerías.

La sede diplomática se trasladó en 1953 a un edificio nuevo, construido para esos fines en la zona más moderna de la capital cubana, donde funcionó como embajada hasta que fue cerrada en 1961 al momento de la ruptura de relaciones entre los dos países.

La legación reabrió en 1977, cuando tras un acuerdo entre los entonces presidentes Fidel Castro y Jimmy Carter se instalaron las respectivas Oficinas de Intereses.

El inmueble donde radica la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, conocida también como SINA, es custodiado en el exterior por policías cubanos y oficialmente es territorio diplomático de Suiza, país que se encarga legalmente de representar los intereses de Washington y La Habana.

El edificio es un imponente bloque de hormigón, acero y seis pisos rectangulares de ventanales encristalados que domina el Malecón, el famoso paseo que corre paralelo a lo largo de ocho kilómetros de la costa de la capital de la isla.

Las autoridades cubanas identifican ese inmueble como una fuente de injerencia en los asuntos internos con afanes subversivos, un hecho que estuvo sobre la mesa de negociación en las cuatro rondas de conversaciones sostenidas desde febrero por ambas cancillerías.

Al pie de los ventanales del edificio se extiende la Tribuna Antimperialista, una gran explanada con un podio sobre el que está escrito con grandes letras "Patria o muerte, venceremos", la famosa consigna de Fidel Castro.

Esa explanada se construyó en 2000, durante la ácida confrontación entre los dos países por el niño naufrago Elián González, rescatado por la Guardia Costera norteamericana en una balsa en el mar en la que murió su madre en noviembre de 1999, cuando ambos intentaban llegar a Estados Unidos de manera ilegal.

Gigantescas manifestaciones de cubanos pasaron frente a la sede de la USINT por la avenida del Malecón para pedir el regreso a Cuba del niño, quien finalmente retornó a la isla junto a su padre, en junio de 2000.

En el extremo este de la Tribuna Antimperialista hay una estatua del héroe nacional José Martí, que apunta con el dedo a la representación estadounidense con un niño en brazos que recuerda a Elián.

Otra disputa diplomática se desató cuatro años más tarde, en 2004, cuando en la decoración navideña de la legación sobresalió un centelleante número "75" en referencia a la cifra de contrarrevolucionarios arrestados el año anterior.

El gobierno cubano respondió con la instalación enfrente de una enorme pancarta con las fotos de las torturas cometidas por militares estadounidenses en la prisión iraquí de Abu Graib, acompañadas por la leyenda "Fascistas made in USA".

La escalada continuó en 2006, cuando sobre la fachada del edificio apareció un inmenso panel electrónico que difundió mensajes políticos para el pueblo cubano, pero La Habana contratacó al colocar delante del inmueble 138 mástiles con banderas negras para ocultar los subversivos textos.

El panel dejó de funcionar en 2009, pocos meses después que Barack Obama llegara a la Casa Blanca.

Desde entonces se apreció un tono más mesurado entre ambas partes, preludio del proceso de restablecimiento de relaciones que está en marcha en la actualidad y que debe concluir con la apertura de la Embajada en ese majestuoso edificio, que recibió una reparación capital en 1997.

El diseño y construcción del inmueble estuvo a cargo de los arquitectos estadounidenses Max Abramovitz (1908-2004) y Wallace Harrison (1895-1981), cuya firma, Harrison & Abramovitz, radicaba en Nueva York.

Las líneas son de estilo modernista, similares a las del Lincoln Center y de la sede de Naciones Unidas en Nueva York, proyectos elaborados por los mismos arquitectos.

Los jardines son obra del arquitecto californiano Thomas D. Church y el mobiliario estuvo a cargo de Knoll Associates.

Las paredes fueron revestidas con piedra rosa-gris y los cristales son verdiazules, para que la luz solar no moleste.

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