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Abe lleva a nación más cerca de militarización a pesar de protestas públicas generalizadas

Actualizado a las 17/07/2015 - 10:47
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TOKIO, 16 jul (Xinhua) -- En una acción que ha debilitado la credibilidad del gobierno de Japón y provocado que analistas, académicos y el público pongan en tela de duda la relevancia de la ley suprema de la nación y la validez de los fundamentos democráticos del país, el primer ministro Shinzo Abe ha puesto ahora a la nación en el camino hacia la militarización haciendo que se impongan hoy iniciativas de ley de seguridad ilegales en la cámara baja del Parlamento.

La coalición gobernante encabezada por el Partido Democrático Liberal de Japón, bajo la gestión de línea dura de Abe, insertó a la fuerza las controversiales leyes de seguridad --que permitirán que se amplíe la esfera de acción de las Fuerzas de Autodefensa (FAD) del país, en el mayor cambio de seguridad en la historia de la nación después de la guerra-- en la cámara baja del Parlamento, a pesar de que el Partido Demócrata de Japón, el Partido Innovación de Japón y el Partido Comunista Japonés, así como otros partidos pequeños de oposición, boicotearon la votación en protesta.

Los legisladores de oposición se salieron del Parlamento en grupo en una señal de protesta por la manera autocrática en la que Abe y su administración una vez más imponen iniciativas de ley relacionadas a la guerra en la cámara más poderosa del Parlamento de la nación y al hacerlo erosionan la fe del público, socavan la constitución que renuncia a la guerra y prohibe a las FAD de Japón ejercer el derecho a la autodefensa colectiva, y hacen mofa de los ideales democráticos de la nación.

"El cambio en la seguridad que ha sido orquestado casi unilateralmente por el primer ministro es una acción regresiva del bloque gobernante que ha causado ira en los ciudadanos de todo Japón, quienes sienten que el gobierno ha actuado de una manera represiva que recuerda al líderazgo militar de Japón de antes de la guerra", señaló a Xinhua el analista político Teruhisa Muramatsu.

La serie más reciente de protestas alrededor del edificio de la Dieta --que posiblemente continúen y ganen impulso pues los partidos de oposición ahora han volteado hacia el público y ganarán más apoyo para tratar de evitar que las iniciativas de ley se conviertan en leyes en la cámara alta-- son una evidencia de cuán traicionada se siente la gente", dijo Muramatsu.

El reconocido analista añadió que la vasta mayoría de ciudadanos en Japón aprecian enormemente la ideología pacifista del país y siempre han considerado a la constitución y su Artículo 9, que renuncia a la guerra, como un compromiso honorable con la paz, luego de la turbia historia del país en relación con la guerra y las atrocidades que involucra.

Muramatsu explicó que el consenso entre la gente, así como entre los mismos integrantes políticos es que si la constitución puede ser "reinterpretada" a la voluntad del gabinete y no por el mandato público, entonces la posibilidad de acciones similares en el futuro para ampliar más el papel de las FAD puede llevar eventualmente a Japón a normalizar plenamente su ejército.

Y mientras que las protestas de los legisladores de oposición en el Parlamento esta mañana podrían haber sido más matizadas, la concordia abrumadora entre los partidos de oposición respecto a la constitución y el rechazo a la remilitarización --combinada con la manera contundente en que el bloque gobernante ha manejado la legislación de seguridad-- es básicamente la misma.

"Katsuya Okada, líder del Partido Demócrata, principal oposición, resumió el sentimiento clamoroso en el campamento de oposición, cuando criticó a la coalición gobernante luego de la votación de hoy por imponer las iniciativas de ley y dijo que se hizo con un sentido de frustración porque, al final, Abe y el grupo gobernante sabían que sin importar cuánto tiempo las iniciativas fueran debatidas en el Parlamento, el público jamás las aprobaría. Por ello, fueron forzadas en la cámara baja por la mayoría de coalición", dijo a Xinhua el comentarista de asuntos asiáticos Kaoru Imori.

"Pero como hemos dicho antes, Japón está en una relación de defensa codependiente con Estados Unidos y Abe ya se ha vuelto un aliado de defensa más activo, desde antes de que obtuviera la aprobación de su gabinete, mientras que Estados Unidos adopta su estrategia de defensa hacia la región del Pacífico. Lo que hemos visto hoy es una culminación del intento de orgullo y de dejar legado de Abe para la remilitarización de Japón y de la presión para que Japón se coloque a la altura de las expectativas de Estados Unidos", añadió Imori.

Imori explicó que mientras que las deliberaciones continuarán ahora en la cámara alta antes de la proclamación de las iniciativas de ley, todas las discusiones serán en gran parte vacías o sin consecuencia de parte de la coalición gobernante, pues simplemente estarán haciendo gestos por la mayor cantidad de apoyo que puedan reunir del público antes del fin de la sesión ampliada de la Dieta en septiembre.

"La cámara alta no necesita adoptar ninguna acción, en cualquier caso la votación regresará a la cámara baja donde la coalición de Abe también cuenta con la mayoría, así que se trata de cuándo y no de si la legislación de seguridad se volverá ley", indicó Imori.

Abe dijo a los reporteros luego de la votación de hoy que él trata de proseguir con un "debate profundo" en la cámara alta y que está comprometido a ganar más comprensión de la gente, aunque parece que esas palabras vacías, todas escuchadas con anterioridad, ocurren un poco, demasiado tarde.

Abe podría en realidad ver como su legado político de remilitarizar a Japón dé frutos, pero, como dicen los expertos, será al costo de su apoyo público que ha ido en picada luego de sus acciones beligerantes más recientes.

"Aunque las cifras han disminuido hoy a causa del tifón, las manifestaciones congregadas afuera del edifico de la Dieta desde la mañana hasta la noche del miércoles, cuando las iniciativas fueron impuestas por el comité especial de la cámara baja, son una muestra de la oposición ardiente al camino por el que Abe está conduciendo a Japón", dijo Muramatsu.

Muramatsu dijo que manifestaciones del tamaño y nivel de pasión como las vistas recientemente son algo raro en Japón y que no habían tenido esa escala desde los sesentas.

"El público finalmente está al tanto por completo y consciente de lo que está pasando en el gobierno y no le gusta y ahora está preparado para actuar, y esta acción probablemente aumentará y, aunque podría no alterar el curso de las iniciativas de ley de guerra, o la disposición de Abe para la guerra, debe mostrar a Estados Unidos y al resto del mundo que Japón, como nación, tiene un enorme descontento y está exasperada respeto al tema", concluyó Muramatsu.

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