BUENOS AIRES, 18 jun (Xinhua) -- La política en Argentina ha llegado a un punto de ebullición, con definiciones de candidaturas, debates entre aspirantes y acusaciones cruzadas entre los diferentes espacios políticos.
El 2015 es un año electoral en Argentina: El 9 de agosto se realizarán elecciones primarias en las que quedarán consagrados los candidatos que, el 25 de octubre, se someterán al voto popular a fin de erigirse en sucesores de la presidenta Cristina Fernández, quien dejará el cargo el 10 de diciembre, tras dos mandatos sucesivos, de cuatro años cada uno.
La semana comenzó con malas noticias para su administración, tras las derrotas de sus candidatos en las elecciones para gobernador realizadas en las provincias de Santa Fe y Río Negro.
En la primera, principal polo agroexportador del país, se aguarda todavía una definición, ya que el socialista Miguel Lifschitz se impuso al centroderechista Miguel Del Sel por menos de dos mil votos y restan computarse 347 mesas electorales, es decir, unos 90 mil sufragios.
El tema acaparó las portadas de los medios tanto el lunes como el martes, a diferencia de lo que ocurrió con Río Negro, donde, en una elección contundente, el gobernador Alberto Weretilneck se impuso por más de 20 puntos porcentuales a Miguel Pichetto, el jefe de la bancada oficialista en el Senado.
En ese contexto, la política argentina alcanzó su máximo punto de intensidad cuando el gobernador de la provincia de Buenos Aires, la mayor de país, Daniel Scioli, confirmó que integrará una fórmula presidencial en nombre del oficialismo junto con Carlos Zannini, el principal asesor político de la Presidenta e integrante de su íntimo círculo chico, que se completa con el hijo de la jefa de Estado, Máximo Kirchner.
Como consecuencia de esa designación, el otro aspirante presidencial del oficialismo, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, declinó su candidatura, pero también rechazó presentarse como postulante a gobernar la provincia de Buenos Aires.
"Que nadie se confunda. Yo apoyo todas las decisiones que toma Cristina", dijo Randazzo a través de su cuenta en la red social Twitter, donde aclaró: "Ella conduce este proyecto del cual soy y seguiré siendo parte".
Scioli, vicepresidente entre 2003 y 2007 de Néstor Kirchner, el fallecido esposo y antecesor de la actual mandataria, es visto tanto como la continuidad con cambios de la actual administración pero también, entre los oficialistas más puros, como un candidato que a pesar de sus muestras de lealtad no ha cuestionado con la fuerza necesaria, en su visión, a las corporaciones empresarias, judiciales y de medios del país.
El principal candidato opositor al oficialista Frente para la Victoria es Mauricio Macri, el alcalde centroderechista de la capital argentina.
"La mayoría de los argentinos queremos un cambio. La oportunidad está y va a depender de nosotros que esa vocación de cambio sea cada vez más fuerte que el miedo que nos quieren meter", dijo este jueves Macri.
Al disertar en un encuentro empresario en la Universidad Austral, el jefe de la ciudad sostuvo que "hoy la Argentina vive horas trascendentales, un momento bisagra, en el que confrontan dos visiones: una que dice que esto que tenemos es lo mejor que hay para ofrecer y otra que dice que no podemos resignarnos y que los argentinos podemos vivir mejor".
Macri prevé participar en agosto de una interna con los candidatos de la Unión Cívica Radical (socialdemocracia), el senador de la provincia de Mendoza Ernesto Sanz, y de la Coalición Cívica, la diputada Elisa Carrió, bajo el espacio denominado Cambiemos.
Sin embargo, durante la jornada, deslizó que no tiene sentido realizarla, ya que el oficialismo, sin Randazzo y sólo con Scioli, no tendrá una elección primaria.
"Tiene una lógica (que no haya interna en Cambiemos), porque no hay en el oficialismo, queda solamente la nuestra. Y también la del Frente Renovador con (José Manuel) De la Sota. Pero no está siendo evaluado", afirmó Macri en declaraciones a radio Mitre.
Por su lado, Sanz confirmó que en el Frente Cambiemos "el 9 de agosto habrá competencia por la candidatura presidencial" y recalcó que la participación en las PASO "nunca se ha puesto en duda ni siquiera hemos discutido cualquier otra opción".
En cuanto al Frente Renovador, que presentará en internas al diputado Sergio Massa, un peronista disidente que fue jefe de Gabinete de la presidenta Fernández, y al gobernador de la provincia de Córdoba, José Manuel de la Sota, la noche del miércoles los tuvo por protagonistas de un áspero debate, inédito en la Argentina, donde candidatos presidenciales nunca fueron parte de uno.
"El (por Massa) es un inexperto, un inmaduro que ha gobernado simplemente una ciudad y una ciudad atípica porque no tiene la conflictividad que tienen las grandes ciudades", sorprendió hoy De la Sota en diálogo con la radio FM Blue, luego de haber dado muestras de buena vecindad con el ex intendente de la ciudad de Tigre, al punto de haber aceptado ir a una interna sin haber tenido antes puntos de contacto.
La semana comenzó con elecciones en el país, y terminará de la misma manera, con comicios para elegir gobernador en la provincia de Mendoza (oeste) y en la de Tierra del Fuego (extremo sur).