BEIJING, 14 dic (Xinhua) -- Asai Motofumi, ex director de la división de China y Mongolia del Ministerio de Relaciones Exteriores japonés y ex enviado a Reino Unido, expresó el miércoles su inquietud por el giro derechista de Japón, instando al país a respetar el orden actual de la posguerra, durante una entrevista exclusiva con Xinhua.
"Las fuerzas conservadoras japonesas representadas por la administración del primer ministro Shinzo Abe conducen al país por el camino erróneo y lo aíslan del resto del mundo", puntualizó.
Desde que Abe asumió su segundo mandato en 2012 emergió un giro derechista en diversas áreas del país, incluidas la política y las políticas exteriores y de seguridad, indicó el experto de 73 años de edad.
Al hablar de la raíz ideológica de estas acciones, Asai explicó que podía remontarse a la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
"La razón por la cual Japón recibió la Declaración de Potsdam, que demandó la rendición incondicional del ejército nipón, no radica en la conciencia sobre los errores de emprender la guerra. Más bien, después de los ataque atómicos contra Hiroshima y Nagasaki y la declaración de guerra de la Unión Soviética, Japón entendió que no podía triunfar", subrayó.
Además, las fuerzas políticas derechistas se rehúsan a reconocer la derrota, y esperan la oportunidad para regresar, apostilló.
Para ellos, la única manera de que Japón puede recuperar su gloria pasada es mediante el restablecimiento de su poderosa fuerza militar, agregó.
Sobre esa base, en lugar de vilipendiar a los 14 criminales de guerra de clase A juzgados por el Tribunal Militar Internacional, se les rinde tributo en el controvertido santuario Yasukuni, donde Abe celebró un homenaje para conmemorar su primer año en el poder, acotó Asai.
Respecto a las consecuencias del giro derechista japonés, el experto destacó que podría tener un impacto destructivo para el futuro desarrollo de Japón y sus relaciones con los países vecinos.
El próximo año se conmemora el aniversario 70 de la victoria de la guerra antifascista. Pero Asai declaró que Japón, como ha quedado demostrado con sus recientes acciones belicosas, aún carece de una sincera y profunda reflexión sobre su historia de agresión militarista.
Sobre cómo detener este giro derechista, Asai consideró que la presión externa debe jugar un papel clave.
El ex diplomático sugirió además a Rusia y China trabajar con Corea del Sur, la República Popular Democrática de Corea y los países del Sudeste Asiático para responder conjuntamente a las maniobras derechistas de Japón.