Última hora:  
español>>Sociedad

MULTIMEDIA-HALLOWEEN-DIA DE MUERTOS: Celebraciones de muerte

Actualizado a las 30/10/2014 - 09:29
Palabras clave:

La muerte y las almas son cada año las protagonistas de dos celebraciones en América que marcan cada una, por separado, las tradiciones que se adaptan al paso del tiempo.

EEUU Y CANADA

Con rostros cubiertos de sangre, ojos desorbitados, cuerpos desmembrados y cadáveres en las calles, en Estados Unidos y Canadá se conmemora Halloween (Víspera de Todos los Santos), un festejo que genera miles de millones de dólares.

La Noche de Brujas se celebra en varios países del mundo, tales como Reino Unido, Irlanda y algunos otros de Europa, pero su mayor nivel de popularidad lo tiene en Estados Unidos y Canadá, que celebran prácticamente de la misma manera.

UN NEGOCIO MACABRO

El Consejo de Minoristas de Canadá estima que el gasto total en la celebración de Halloween será de 1.000 millones de dólares. En ese país, 68 por ciento de los ciudadanos vivirá la terrorífica experiencia.

Alrededor de 65 por ciento de los estadounidenses decoran sus hogares y centros de trabajo para la celebración, una cifra que sólo es superada en la época de Navidad.

Este año se espera que 162 millones de personas celebren Halloween, en comparación con los 158 millones del 2013.

El estadounidense promedio gastará 77,52 dólares en el festejo, a diferencia de los 75,03 dólares del año pasado.

La Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos prevé que este año el gasto total por la Noche de Brujas ascenderá a 7.400 millones de dólares. De esa cifra, 2.800 millones de dólares se destinarán a la adquisición de disfraces.

Los disfraces de Halloween se empezaron a popularizar en Estados Unidos alrededor de 1900. Pero fue hasta la década de los 30 del siglo pasado que comenzó su producción en serie.

A diferencia de los disfraces de otras celebraciones, los de Halloween son de personajes sobrenaturales como monstruos, vampiros, fantasmas, esqueletos, brujas y demonios. Aunque también se han adoptado los de figuras de la cultura pop, de presidentes o de estrellas del cine o televisión.

El vestuario y decoración especiales en ocasiones se relacionan con sucesos recientes. Por ejemplo, un residente de Dallas, Texas, donde se presentaron infecciones con el virus del Ebola, decidió decorar su hogar como si estuviera infectado y él mismo eligió un traje de aislamiento sanitario para crear un efecto más real.

Un diseñador de moda quiere darle un toque especial al Halloween de este año con un detalle monumental: "Vestir" a la emblemática Estatua de la Libertad.

Nick Graham planea colocarle, con ayuda de helicópteros, un gigantesco corbatín. La estatua no portará directamente el moño, pero a la distancia se creará la ilusión visual de que sí lo lleva puesto.

Pero no sólo las personas vestirán disfraces esa noche, se calcula que 23 millones de estadounidenses adquirirán indumentaria especial para sus mascotas.

MIEDO ANCESTRAL

Halloween se remonta a hace cerca de 3.000 años, cuando se realizaba la celebración celta del Samhain, al final de la temporada de la cosecha.

Los celtas, un pueblo guerrero que habitaba lo que ahora son Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia, creían que el 31 de octubre, las fronteras entre el mundo de los vivos y de los muertos se superponían y los muertos podían regresar a la vida para causar estragos, tales como enfermedades o daños a los cultivos.

Entonces, para apaciguar a los espíritus malignos y evitar los perjuicios que eran capaces de provocar, se usaban máscaras y disfraces. Esa costumbre se conserva en la actualidad.

"Truco o trato" (trick or treat) es una expresión muy popular en la Noche de Brujas que dicen los niños disfrazados cuando recorren casa por casa para obtener el ansiado trato, sobre todo dulces.

Para que la celebración sea completa, los espectros vivientes se hacen acompañar por una calabaza que ha sido tallada para darle forma de cara, generalmente monstruosa. Como en su interior se coloca una vela encendida, el efecto terrorífico se acentúa. De acuerdo con la tradición, la calabaza con luz interior tiene el objetivo de ahuyentar a los malos espíritus de las personas y de sus hogares.

Además de los dulces comerciales, los niños pueden recibir algunas golosinas elaboradas en casa. Entre ellas están las galletas de azúcar en forma de fantasmas, arañas de pastel, bizcochos de calabaza, manos de dulce, entre muchos más.

La noche de Halloween se asocia con la presencia de muertos, brujas, hechizos y personajes espectrales. El hecho de que 33 millones de estadounidenses planeen visitar una casa embrujada para vivir experiencias espeluznantes lo demuestra.

La noche de Halloween se asocia con la presencia de muertos, brujas, hechizos y personajes espectrales. El hecho de que 33 millones de estadounidenses planeen visitar una casa embrujada para vivir experiencias espeluznantes lo demuestra.

MEXICO Y AMERICA LATINA

En México, la muerte convive cada año con los vivos. Es una magia eterna que cobra su máximo esplendor el 2 de noviembre, en una celebración colmada de regocijo y rituales místicos en honor a los mexicanos ya fallecidos.

La tradición indígena del Día de Muertos (2 noviembre), reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como obra maestra del Patrimonio Cultural de la Humanidad, se mantiene viva gracias a los miles de mexicanos que recuerdan, reviven, y ponen altares en memoria de sus difuntos familiares.

El festejo comienza el 31 de octubre con un altar preparado en todos los hogares, ataviado con flores de cempasúchil, pan de azúcar, frutas y dulces.

OFRENDA

La mesa puesta con todos estos elementos es la ofrenda, misma que da cuenta de los lazos que mantienen los vivos con los muertos a través de su recuerdo.

Una pieza indispensable de la ofrenda es el retrato del difunto, debido a que se cree que la imagen debe permanecer a la vista para explicar que el finado está presente como miembro de la familia.

La ofrenda también se puede enriquecer con otros elementos simbólicos como el agua, que representa la fuente de la vida; la sal, como elemento de purificación, y las velas, que simbolizan la luz que guía a las ánimas en su visita y de vuelta a su morada.

El "pan de muerto" es uno de los elementos fundamentales de la ofrenda, que se hornea de diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos, adornados con el mismo pan en forma de hueso, espolvoreados con azúcar y elaborado con anís o azahar.

Alimentos tradicionales de México como el mole y los tamales, así como el licor, una cruz de ceniza, incienso y papel picado se colocan en el altar para que, con sus aromas y colores, los vivos reciban a quienes ya no están en este mundo.

La celebración continúa el 1 de noviembre con la llegada de las almas de los niños a los panteones de distintas regiones del país, en los que se limpian y decoran sus tumbas con flores blancas (que simbolizan la pureza), juguetes, dulces, comida y globos.

Los familiares acostumbran pasar el día y la noche acompañando a sus pequeños difuntos.

El 2 de noviembre, las ánimas de los adultos acuden a los hogares, donde los reciben con una gran variedad de guisos mexicanos, entre los que destacan: el mole con pollo, frijoles, tortillas, frutas, así como dulces de azúcar y chocolate en forma de calavera.

TRADICION QUE PERDURA

El culto a la muerte en México no es algo nuevo, pues ya se practicaba desde la cultura azteca.

En el calendario azteca, que se conforma por 18 meses, había por lo menos seis festejos dedicados a los muertos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México.

También existen registros de celebraciones en honor a la muerte en etnias de origen maya, purépecha y totonaca.

Entre los pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.

En la actualidad, esta tradición ancestral perdura con más fuerza en la localidad de San Andrés Mixquic, un pueblo ubicado al sureste de la Ciudad de México (capital mexicana).

El panteón del pueblo de Mixquic está localizado en el atrio del ex convento de San Andrés Apóstol, en un extenso campo donde reposan los restos mortales de aquellos que alguna vez pisaron la tierra.

Los habitantes del pueblo acuden al cementerio con una gran cantidad de velas, flores e incienso.

Algunos parten de su casa y alumbran su camino al panteón con decenas de velas, pero otros esperan hasta llegar a la morada de su ser querido para encenderlas.

La intención es mostrar la luz a las almas para su encuentro con los vivos y así tener la seguridad de que no se pierdan, para el año siguiente esperarlas nuevamente.

La celebración del Día de Muertos en Mixquic incluye también actividades culturales, visitas guiadas, exposiciones, muestras gastronómicas, dancísticas, conciertos musicales y obras teatrales.

Otro lugar en donde se realiza un magno homenaje a los muertos es en Pátzcuaro, en el estado de Michoacán (occidente de México) donde los lugareños se preparan días antes para recibir a miles de visitantes locales y extranjeros que se dan cita en esta región rodeada por un enorme lago.

A temprana hora, cientos de familias comienzan a preparar los alimentos que en vida gustaban al difunto, cada miembro participa en algún proceso de la celebración.

Por la tarde, los habitantes de la región purépecha acuden al panteón que se ubica en Tzurumútaro, población de Pátzcuaro.

Sin importar el frío, los deudos pernoctan en el panteón desde el 1 de noviembre y, al siguiente día, se retiran al mediodía en la espera de un nuevo año para convivir con las almas de los muertos.

Mientras que las poblaciones que rodean al Lago de Pátzcuaro como Yunuén, Janitzio, Urandén y La Pancada, se hacen rituales similares.

Por la noche, las aguas del lago se iluminan con la tradicional danza de los pescadores, quienes recuerdan con un baile a los que se adelantaron en el camino.

En otros países de Latinoamérica hay costumbres similares, como en Nicaragua, donde se suele comer buñuelos y "sopa borracha" al pie de la tumba de los seres queridos.

En Bolivia y Ecuador se ofrecen grandes banquetes para vivos y muertos en las casas o en los cementerios. En Panamá, Nicaragua y Honduras, los empleados públicos solo trabajan media jornada para acudir a los panteones a visitar a sus difuntos.

En Guatemala, no sólo llevan flores a los fallecidos, sino un platillo especial elaborado con verduras, carnes, quesos, embutidos y mariscos, que se come frío sobre las tumbas.

Sin embargo, lo más común en la región sigue siendo dedicar el día para limpiar, pintar y adornar con flores las tumbas de los que ya no están en este mundo.

Noticias relacionadas:

PTV videoMás

Exposición "Diego Rivera, orgullo de México"

EnfoqueMás

Una pareja se besa bajo el agua en un concurso de besos de Wuhan, provincia de Hubei, el día de San Valentín chino, el 2 de agosto de 2014. [Foto/IC]

ColumnistasMás