MADRID, 22 sep (Xinhua) -- El religioso español Manuel García Viejo, de 69 años, contagiado de ébola en Sierra Leona, llegó hoy a Madrid en un avión medicalizado que envío el gobierno español para su repatriación, donde fue ingresado en el Hospital Carlos III de la capital española.
Junto al religioso viajaban en el avión militar -un T.10 (C-130 Hércules) del Ejército del Aire, adaptado para esta circunstancia- dos tripulaciones, integradas cada una por un piloto, un copiloto, un navegante y un auxiliar (ocho personas en total).
Durante el viaje el misionero fue atendido por dos equipos médicos formados por un comandante médico, un capitán enfermero y un cabo primero y un auxiliar de enfermería (seis en total, todos militares).
Tanto las tripulaciones como el personal sanitario y de vuelo de cabina han estado protegidos en todo momento con monos impermeables y diverso material para aislarles de fluidos o partículas contaminantes del paciente infeccioso y prevenir el contagio.
García Viejo abandonó el domingo el centro médico de Lakka, en las afueras de Freetown (capital de Sierra Leona), donde fue ingresado la pasada semana tras confirmarse que tenía la enfermedad, según fuentes oficiales de Emergency, la ONG italiana que atendía al religioso español.
En el centro Hospital de Dios, donde trabajaba el español como director médico, trabajan también dos españoles y una mexicana que coordinaron el traslado de García Viejo. El recinto hospitalario tiene capacidad para recibir a 22 contagiados, aunque ahora mismo acoge sólo a 14, dicen las mismas fuentes.
El religioso español fue enviado luego al Hospital de Lakka desde la ciudad de Lunsar.
Javier Atienza, un cirujano español que trabaja para Emergency en Freetown señaló que ni los antimaláricos ni el paracetamol le bajaban la fiebre, de ahí, que se pidiera una ambulancia para trasladar al religioso hasta la citada Lakka, al suroeste de Lunsar, entonces fue Elisa, una mexicana superiora de las clarisas, la encargada de conseguir la ambulancia y así pudo ser trasladado el religioso.
El pasado 7 de agosto España repatrió a otro religioso Miguel Pajares, quien, sin embargo, murió días después a causa del virus del Ebola.