Presidente yemení reformará gabinete por crisis política

Actualizado a las 21/08/2014 - 08:40

Palabras clave：

El presidente de Yemen, Abd-Rabbu Mansour Hadi, indicó hoy que reformará el gabinete para incluir a los integrantes de los rebeldes chiitas houthi luego del golpe militar que amenazó con derribar el gobierno.

En un discurso de una hora transmitido por la televisora oficial de Yemen, Hadi exhortó al grupo houthi a participar en el proceso de transición política con base en los resultados del diálogo nacional apoyado por la ONU que terminó en enero.

"Trabajaremos con todas las partes para formar un nuevo gobierno de unidad nacional y exhortamos al grupo houthi a unirse y expresar sus quejas de forma política y pacífica", añadió Hadi.

El presidente dijo que un comité integrado por representantes de todos los partidos políticos será enviado a la provincia norteña de Saada, bastión de los rebeldes houthi.

El comité se reunirá con el líder houthi, Abdul Malik al-Houthi, con la finalidad de buscar soluciones pacíficas a la crisis y de convencerlo de retirar a los rebeldes armados de los alrededores de Saná, capital de Yemen.

Decenas de miles de seguidores del grupo chiita houthi han organizado desde el lunes protestas contra el gobierno en Saná y han exigido la dimisión del presidente Hadi.

Las protestas, causadas por un pronunciado aumento en el precio de los combustibles, cobran fuerza mientras cada vez más combatientes houthi armados se reúnen cerca de Saná.

El líder houthi indicó el domingo que el grupo emprenderá "acciones legítimas" si las autoridades no cumplen las demandas de los manifestantes antes de que concluya esta semana.

"La decisión de recortar los subsidios a los combustibles fue acordada ampliamente por todos los partidos políticos yemeníes y no será revocada", aclaró Hadi.

"Tenemos todo el derecho legítimo de emplear todos los medios necesarios para defender el proceso de transición política, la voluntad del pueblo y la seguridad estatal", añadió el presidente.

Por otra parte, el vocero del grupo houthi, Abdul Salam Mohammed, indicó en una declaración publicada en Internet que "la dirigencia del grupo houthi no cederá en sus demandas" e insistió en que la manifestación es pacífica.

La tensión aumentó hoy en Saná cuando miles de combatientes armados leales al grupo houthi se reunieron en los alrededores de la capital. El ejército también desplegó soldados y tanques para proteger las instalaciones del gobierno y las misiones extranjeras en Saná.

Más vehículos blindados se han visto patrullando las calles.

El comité supremo de seguridad de Yemen indicó el martes en una declaración publicada por la agencia noticiosa oficial SABA que los rebeldes houthi se congregaron en todas las entradas de Saná y los exhortó a retirar a sus combatientes y participar en un proceso político pacífico.

Además, el grupo de 10 embajadores de Yemen, incluyendo a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y a cinco países del Golfo, quienes patrocinaron la transición política, expresaron su preocupación por la situación en Saná y exhortaron al grupo houthi a participar de manera pacífica en la transición.

El grupo houthi ha combatido al ejército yemení en las regiones del norte de este país durante años.

El 8 de julio de 2014, el grupo capturó la provincia norteña de Amran, a cerca de 50 kilómetros al norte de Saná, después de nueve meses de enfrentamientos esporádicos con el ejército, durante los cuales murieron cientos de personas y decenas de miles fueron desplazadas.

De acuerdo con la ONU, 40.000 personas han sido desplazadas por el conflicto en la provincia de Amran desde octubre de 2013, de las cuales alrededor de la mitad huyeron de sus hogares en mayo de este año.

Yemen atraviesa una precaria transición política luego de la formación del gobierno en 2012 tras un año de protestas que condujeron a la dimisión del ex presidente Ali Abdullah Saleh.

Aprovechando el vacío de seguridad, el grupo chiita houthi ha aumentado desde entonces su control sobre las provincias norteñas.

El grupo controla la provincia norteña de Saada desde agosto de 2010, cuando firmó un acuerdo de cese al fuego con el gobierno para poner fin a una guerra intermitente de seis años.