Toda la familia sobrevivió gracias al dinero y el arroz de Sindberg, recordó el anciano. "Mi corazón está lleno de gratitud. ¡Gracias a Sindberg y a Dinamarca!", dijo.
La ocasión también fue una oportunidad para que la sobrina de Sindberg, Marianne Stenvig Andersen, que forma parte de la delegación que visita China, renovase la amistad con el anciano.
La reina y su marido añadieron unos puñados de tierra a un árbol que simboliza la paz en la plaza y lo regaron.
Margrethe II está realizando una visita de Estado a China del jueves al lunes a invitación del presidente chino, Xi Jinping.