Última hora:  
Español>>China

COMENTARIO: Negación japonesa de historia pone en riesgo paz regional

Actualizado a las 04/04/2014 - 10:08
BEIJING, 3 abr (Xinhua) -- Tokio ensombreció la paz y estabilidad regionales cuando su secretario en jefe del gabinete rechazó el domingo las declaraciones del presidente de China, Xi Jinping, sobre la invasión japonesa a China y la Masacre de Nanjing.
Palabras clave:
Recomendados para hoy:
Opinión: ¿Qué dice Xi Jinping en sus discursos de Europa?
Sociedad: Terremoto de 7,9 grados Richter sacude norte de Chile
Mundo: Tiroteo en instalación militar de Texas deja al menos un muerto
Economía: Las 7 marcas chinas que la primera dama ha convertido en oro
Ciencia: El iPhone 6 comenzará a fabricarse en mayo
Cultura: Taobao ofrece personal para llorar sobre las tumbas en el Festival Qingming


BEIJING, 3 abr (Xinhua) -- Tokio ensombreció la paz y estabilidad regionales cuando su secretario en jefe del gabinete rechazó el domingo las declaraciones del presidente de China, Xi Jinping, sobre la invasión japonesa a China y la Masacre de Nanjing.

Yoshihide Suga adoptó una retórica inesperadamente absurda al calificar a las declaraciones hechas por Xi un día antes como "sumamente poco constructivas". El mandatario chino afirmó que "la guerra de agresión de Japón contra China causó más de 35 millones de víctimas militares y civiles chinas".

El secretario se rehusó a reconocer la cifra de víctimas y dijo que el gobierno japonés aún tiene que verificar las "distintas opiniones".

Declaraciones como éstas, en abierto desafío a los juicios de posguerra y un desafío tanto a la justicia como a la conciencia humana, reflejan que el gobierno japonés, encabezado por Shinzo Abe, está siguiendo un camino revisionista.

La agresión militar de Japón contra sus vecinos asiáticos, incluida China, durante al Segunda Guerra Mundial, ha sido un hecho difícil reconocido por la comunidad internacional.

Con el fallo del Tribunal Militar Internacional del Lejano Oriente en 1946 y el testimonio y confesiones de los soldados japoneses, las atrocidades de tiempos de guerra de Japón se convirtieron en una evidencia histórica irrefutable.

No obstante, la administración de Abe negó con descaro la historia para alentar la ya creciente inclinación derechista del país, lo que enfureció no sólo a sus víctimas sino también a cada nación justa del mundo.

Si Tokio fuera un actor responsable, acabaría de raíz con esa inclinación que puede poner en riesgo la paz y la estabilidad de Asia Oriental. Desgraciadamente, su primer ministro, que lleva el "ADN político" de su familia, se convirtió en un pionero de los derechistas del país.

Abe, que a lo largo de toda su carrera ha abogado por la construcción de "un Japón fuerte", ha ido incrementando el presupuesto en defensa para expandir el desarrollo militar de Japón y realizando ejercicios militares destinados a apoderarse de las Islas Diaoyu, una parte integral del territorio chino.

Al mismo tiempo, de vez en cuando niega la historia de invasión japonesa, lo cual es considerado ampliamente como un primer paso para tratar de librar a su país de un sistema de posguerra.

Las acciones y las palabras, en lugar de hacer realidad un Japón fuerte, aíslan al país de sus vecinos asiáticos.

Abe necesita saber que un hombre fuerte asume responsabilidades. Para ser un actor responsable, Tokio primero debe admitir sus errores pasados y liberarse del sometimiento derechista, que se ha convertido en una fuente de inestabilidad en la región de Asia Pacífico.

Temas seleccionados:

La «Barbie humana» se alimenta del aire

Los 10 aviones comerciales más vendidos

10 vistas únicas en el mundo

Así es Pekín - Nanluoguxiang

Una serpiente se come a un cocodrilo en Australia

Los 10 aeropuertos más bonitos del mundo

Las 10 ciudades más caras del mundo

Las 10 instituciones más prestigiosas del mundo

Suéteres para pingüinos para evitar el crudo

Noticias relacionadas:

PTVMás

Entrevista al Vicepresidente de Ecuador Jorge Glas Espinel

EnfoqueMás

El gobierno busca medidas para frenar el aumento de la tasa de divorcios

ColumnistasMás