BEIJING, 13 ene (Xinhua) -- El deseo del primer ministro de Japón, Shinzo Abe, de buscar el diálogo con China y con la República de Corea es contrario a su visita a un controvertido santuario relacionado con la guerra y al incremento en el gasto de defensa, indicaron expertos chinos.
El mes pasado, Abe visitó el controvertido Santuario Yasukuni, donde se honra a los japoneses muertos en la guerra, incluidos a 14 criminales de clase A de la Segunda Guerra Mundial.
Entre los criminales están el ex primer ministro Hideki Tojo, quien lanzó el ataque contra Pearl Harbor y desencadenó la guerra en el Pacífico que costó millones de vidas. También fue un comandante durante la masacre de Nanking en China, en la cual murieron cerca de 300.000 personas.
Abe dijo en una conferencia de prensa la semana pasada que desea explicar directamente a China y a la República de Corea la intención de su visita y que la puerta del diálogo está abierta.
"La solicitud de diálogo de Abe con China y la República de Corea no tiene más objetivo que obtener apoyo de la opinión pública doméstica y ganar la iniciativa en la diplomacia internacional", opinó Liu Jiangyong, subdirector del Instituto de Relaciones Internacionales Modernas de la Universidad Tsinghua con sede en Beijing.
La visita de Abe tuvo lugar en el primer aniversario de su asunción del cargo. También fue la primera visita de un primer ministro japonés en funciones desde que Junichiro Koizumi acudió al santuario el 15 de agosto de 2006, el día en que se conmemoró la rendición incondicional de Japón ante las Fuerzas Aliadas en 1945.
"Por un lado, Abe muestra iniciativa para buscar el diálogo con el fin de encubrir sus actos peligrosos, por otro, insiste en elevar la presencia militar a través de incrementar el presupuesto militar", dijo Liu.
En diciembre, el gabinete japonés aprobó un presupuesto récord de 95,88 billones de yenes (cerca de 926.870 millones de dólares USA) para el año fiscal. El gasto en defensa aumentó 2,8 por ciento, convirtiéndose en el segundo año consecutivo de incrementos.
"Abe está en el curso de convertir a Japón en un país capaz de combatir que se aleja del camino del desarrollo pacífico", dijo Gao Hong, subdirector del Instituto de Estudios Japoneses de la Academia de Ciencias Sociales de China.
Gao agregó que la retórica de Abe sobre el diálogo es engañosa y que sus ideas tienen el objetivo de fortalecer al ejército de Japón.
Los embajadores chinos en un número de países han expresado su enojo.
"China, junto con la comunidad internacional impedirá firmemente que las fuerzas derechistas japonesas hagan retroceder el curso de la historia", afirmó Cheng Yonghua, embajador chino en Japón, en un artículo publicado hoy en el Diario del Pueblo, el órgano de difusión del Partido Comunista de China.
Cheng agregó que China trabajará con la comunidad internacional para salvaguardar el orden internacional.
La disputa sobre la visita de Abe al Santuario Yasukuni es más que simbólica porque revela su verdadera intención para el futuro de Japón y pone en duda su disposición a crear una atmósfera de confianza, respeto y equidad en Asia Oriental, dijo Cui Tiankai, embajador chino en Estados Unidos, en un artículo publicado el viernes en el sitio de internet de "The Washington Post".
"Podría existir la posibilidad del relajamiento de las relaciones entre China y Japón, pero sólo si Abe abandona su posición sobre la historia y regresa a la mesa", agregó Gao Hong.