Un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China condenó hoy las acusaciones hechas por Navanethem Pillay, alta comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos, sobre el Tíbet y la urgió a que deje de hacer declaraciones que interfieren en los asuntos domésticos chinos.
"Estamos insatisfechos y nos oponemos enérgicamente a la declaración de la alta comisionada", dijo Hong Lei sobre las declaraciones hechas el viernes por Pillay en las que urgió a China a que resuelva las frustraciones profundamente arraigadas con respecto a los derechos humanos en el Tíbet.
Hong dijo en una conferencia de prensa habitual que la gente en el Tíbet disfruta de crecimiento económico, estabilidad social y una vida satisfactoria. Sus derechos religiosos, políticos, económicos y culturales están garantizados.
Sobre la gente que se ha prendido fuego recientemente en las regiones de China habitadas por tibetanos, Hong dijo que la camarilla del Dalai Lama embellece clamorosamente esas actividades que son contrarias a las leyes y a la doctrina religiosa de China.
"La camarilla ha convertido lo blanco en negro, atribuido la responsabilidad al gobierno chino y hecho acusaciones sobre las políticas nacionales y religiosas de China. Ese comportamiento deleznable con el sacrificio de las vidas de otras personas es contrario a la moral y conciencia humanas, y debe ser condenado severamente", dijo Hong.
China espera que la alto comisionada mantenga una postura objetiva, justa y neutral y que deje de hacer declaraciones que interfieran en los asuntos domésticos de China, agregó.
El vocero dijo que la gente de las regiones habitadas por tibetanos está satisfecha con la situación actual. Subrayó que China se opone a que cualquier gobierno, organización o persona extranjeros intervengan en sus asuntos internos en cualquier forma.
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