La fiscalía de Egipto presentó hoy a 1.211 islamistas ante tribunales penales y los acusadó de dañar dos estaciones de policía en la gobernación de Minya al sur de El Cairo, la capital, informó el sitio oficial en la red al-Ahram.
Los acusados pertencen en su mayoría al grupo de la Hermandad Musulmana a la que pertenece el destituido presidente Mohamed Morsi. Recientemente, el grupo fue calificado de "organización terrorista" por el gobierno provisional.
Las acusaciones se refieren a un incidente ocurrido a mediados de agosto de 2013 cuando simpatizantes de Morsi protestaron en todo el país después de que las fuerzas de seguridad disperaron violentamente dos importantes marchas en favor de Morsi en El Cairo y Giza, lo que tuvo como resultado la muerte de cerca de 1.000 personas.
El ejército destituyó al presidente islamista Morsi a principios de julio de 2013 después de protestas masivas en contra del año de gobierno de Morsi y la Hermandad. La policía también arrestó a miles de simpatizantes de Morsi, incluyendo a importantes integrantes de la Hermandad Musulmana.
Desde entonces, los simpatizantes de Morsi han estado realizando protestas en contra de la actual dirigencia provisional. Han estado pidiendo la reinstauración de Morsi y exhortando a boicotear el referendo de dos días sobre el nuevo proyecto de constitución que comenzará el martes.