Un coronel del ejército libio murió y tres soldados resultaron lesionados hoy en dos ataques por separado perpetrados en la ciudad oriental de Benghazi, dijeron a Xinhua fuentes de seguridad y médicas.
Una fuente médica dijo a Xinhua, con la condición de no ser identificado, que Saad Masood Ostal Jamal, un coronel del ejército que trabajaba en la unidad de artillería, fue abatido a tiros por atacantes no identificados en Humaida, cerca de Meshaal al-Huaida en Benghazi, mientras llevaba a su hijo a la escuela.
El vocero del Hospital de Jalaa en Benghazi confirmó que Jamal recibió siete balas, incluyendo cinco en su cabeza.
También en otro ataque perpetrado hoy por la tarde, tres soldados pertenecientes a la brigada 319 y a la Rayo de las fuerzas especiales libanesas resultaron lesionados cuando un artefacto explosivo improvisado estalló mientras participaban en una campaña para limpiar las calles de Benghazi luego de que los recolectores de basura se fueron a huelga por motivos salariales.
Un funcionario de seguridad dijo que los tres soldados resultaron lesionados por fragmentos de un artefacto explosivo que les fue arrojado por atacantes no identificados en la zona de Laithi. Los testigos agregaron que un hombre que conducía un auto Mitsubishi se detuvo en frente del punto de recolección de basura y lanzó una bolsa encima de la pila, la cual explotó poco después de su partida.
Al-Narghati dijo que las víctimas Mohamed Salem Warfali, Abdullah Faraj Alakora y Ali Ambar Awami, resultaron lesionadas por la metralla del artefacto explosivo. Al-Narghati agregó que los tres soldados se encuentran en estos momentos recuperándose en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Jalaa.
Por otra parte, el viernes, Mohamed Osama Akkoush Magbar, un ingeniero del Departamento de Registro Civil del Ministerio del Interior de Benghazi, fue abatido a tiros por hombres armados.
Dos años después de que terminara la guerra civil en Libia en 2011, las autoridades del país todavía enfrentan dificultades para establecer el control y su dominio sobre decenas de milicias armadas que florecieron durante el levantamiento. Los informes de asesinatos y secuestros específicos cometidos por grupos armados son frecuentes.
Hartos de las milicias sin control, manifestantes se reunieron en Trípoli, capital de este país, así como en Benghazi y en Derma, presuntos hogares de milicias fundamentalistas, con la finalidad de manifestarse en contra de las milicias. Las manifestaciones de Trípoli dejaron al menos 43 muertos y más de 450 heridos el 15 de noviembre.
Mientras que, según informes, en Benghazi nueve personas murieron y cerca de 50 resultaron lesionadas cuando estallaron los intensos enfrentamientos el 25 de noviembre entre las fuerzas especiales del ejército libio y la milicia Ansar al-Sharia.
Desde los enfrentamientos de noviembre, los ataques esporádicos contra elementos militares y de seguridad han sacudido a la ciudad de manera más frecuente.
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