Siria está sufriendo por una economía inactiva luego de una intensa lucha doméstica prolongada de casi tres años. Los indicadores más recientes muestran que las actividades económicas en Siria azotada por la guerra siguen todavía por los suelos aunque el país está haciendo esfuerzos para impulsar a la economía en problemas.
Respecto a la industria bancaria de Siria, el periódico local Al-Thawra reportó recientemente que los tres principales bancos sirios -El Banco Real Estate, el Banco Comercial de Siria y el Banco Industrial-- se quejaron de miles de millones de libras sirias en préstamos y una escasez de liquidez.
El informe también menciona el cese de la actividad productiva en algunos sectores y el cierre coercitivo de algunos establecimientos industriales, comerciales, turísticos y de servicios.
El primer ministro sirio Wael Halqi dijo antes que las infraestructuras industriales del país también están sufriendo sabotaje sistemático y meditado, en especial el sector petrolero dañado, lo que ha transformado a Siria de un productor a un importador de petróleo, y Halqi añadió que el gobierno paga más de 300 millones de dólares al mes para importar productos de petróleo para cubrir las necesidades de los ciudadanos.
El Banco Central de Siria señaló que el índice de inflación en Siria se incrementó a 58,3 por ciento en el primer mes de 2013, comparado con el mismo período de 2012, que fue de 26,27 por ciento.
Además, el Organo de Inversión de Siria dijo en un reciente informe que la crisis siria tiene un efecto pernicioso en el mercado laboral, donde unos 32.385 empleos a nivel de proyectos con licencia se perdieron, y 14,555 empleos fueron eliminados de proyectos en ejecución, así como 5.652 empleos desaparecidos en términos de proyectos ejecutados.
Muchos grupos locales están estableciendo proyectos para ayudar a aliviar el sufrimiento de sus ciudadanos.
Un grupo de jóvenes inició una campaña humanitaria con el lema "No al Hambre" con el objetivo de proporcionar paquetes de comida diaria a familias sirias pobres y desplazadas en ciertas ocasiones.
Essam Habbal, uno de los organizadores de la campaña "No al Hambre" dijo a Xinhua que "el proceso de distribución depende en gran medida de los Imanes y los Jeques de mezquitas cercanas así como de grupos locales en áreas circundantes, y estamos listos para ofrecer ayuda a los refugiados en albergues y aceptamos ayuda de todos los grupos humanitarios autorizados en Siria".