Las autoridades alemanas planean lanzar una investigación nacional sobre el extendido escándalo de la carne de caballo en productos congelados, y los ministros de Consumo federales y estatales se reunirán hoy lunes para tratar el tema.
La ministra de Agricultura y Protección al Consumidor, Ilse Aigner, dijo que se centrarán en investigar toda Europa para encontrar el autentico alcance del problema.
Estos comentarios llegan un día después de que los medios locales informaran sobre unas 144 toneladas de productos alimentarios que podrían contener carne de caballo y que habrían llegado a los estantes de los supermercados alemanes en los últimos tres meses.
Según la revista Der Spiegel, al menos 359.722 paquetes de comida fueron importados desde una fábrica de Luxemburgo involucrada en el escándalo, y estos productos fueron distribuidos por toda Alemania entre noviembre y enero.
Funcionarios alemanes han planteado sugerencias incluyendo la pronta introducción de reglas para etiquetar productos cárnicos preparados, y proporcionar información sobre las granjas de origen de la carne procesada y empaquetada.
Ilse Aigner dijo en el periódico local Bild am Sonntag que las leyes alimentarias de la Unión Europea solo tienen sentido si se cumplen y son implementadas, añadiendo que "será difícil para la industria alimentaria volver a ganar la confianza de los consumidores".
La Comisión Europea ha pedido a varios estados miembros de la Unión Europea involucrados en el reciente escándalo que pongan en marcha investigaciones y restablezcan la confianza de los consumidores.
El escándalo se ha extendido recientemente por toda Europa, después de que se encontrara carne de caballo en productos cárnicos, como hamburguesas y lasañas, etiquetados como carne de res.