El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reaccionó hoy conmocionado a la tragedia en una discoteca en el sur de Brasil que dejó 231 muertos y más de 100 lesionados, la mayoría jóvenes universitarios, según un comunicado del organismo con sede en Nueva York.
"El secretario general se entristeció al saber del trágico incendio que ocurrió en la ciudad de Santa María, en Brasil. Se conmovió especialmente con el gran número de jóvenes, incluyendo estudiantes universitarios, que falleció como consecuencia del fuego", divulgó este lunes la oficina de prensa de la ONU en Río de Janeiro.
En el comunicado Ban Ki-moon expresó sus condolencias a las familias y amigos de las víctimas, así como al gobierno y al pueblo brasileño.
La mayoría de las víctimas eran estudiantes de facultades de la Universidad Federal de Santa María, de entre 18 y 30 años, que participaban en una fiesta en la discoteca Kiss. Otras 112 personas que quedaron heridas igualmente son jóvenes universitarios.
El incendio comenzó hacia las 2:30, hora local, (0430 GMT), del domingo cuando fue encendido en el escenario de la discoteca un equipo de fuegos pirotécnicos cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un local cerrado, a la tragedia contribuyeron el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y la supuesta decisión de los vigilantes de cerrar las puertas para evitar que el público saliese sin pagar, según bomberos.