(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Algo se mueve en la Casa Blanca. Las recientes matanzas de Newtown y Colorado han dejado claro que el país tiene que hacer algo urgente para, por lo menos, regular la venta de armas y aumentar los controles sobre quienes ya las poseen.
Aunque lejos está aún el día en que se pueda finalmente saber hasta dónde quiere y, sobre todo, hasta dónde podrá llegar la Administración del presidente Barack Obama en este desafío a la poderosa Asociación Nacional del Rifle, de momento ha trascendido que un equipo liderado por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, trabaja en un plan que el Washington Post definió como “más amplio y ambicioso” para frenar la violencia con armas de fuego.
Según el diario, que asegura haber obtenido la información de personas que trabajan en la reforma, el proyecto pretende ir más allá del simple restablecimiento de la prohibición de fusiles de asalto y municiones de alto alcance.
Entre otros objetivos, el grupo baraja la posibilidad de poner en marcha controles, a través de una base de datos nacional, sobre los compradores de armas de fuego, donde se incluiría el rastreo de sus movimientos, la venta de armas e, incluso, informes sobre la salud mental de los que las poseen, así como el endurecimiento de las penas contra quienes se salten las normas.
Cualquier paso que se intente dar, si se quiere que no sea en falso, procurará no afectar considerablemente los intereses de la Asociación Nacional del Rifle y de los minoristas de armas de fuego.
El equipo liderado por Biden, en el que figura como asesor el alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg, se formó tras la masacre de Newtown, Connecticut, donde murieron 20 niños y seis adultos a manos de Adam Lanza, quien también acabó con la vida de su madre, precisó El Mundo.