(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – El presidente ruso, Vladímir Putin, respaldó este jueves la ley sancionada en segunda lectura por la Duma Estatal (Parlamento) en respuesta a la ley Magnistki, aprobada por Estados Unidos, para castigar a los funcionarios rusos relacionados con la violación de los derechos humanos, a los que se negará el visado y se congelarán sus activos en territorio estadounidense.
Putin dijo que la regulación de Washington, que sustituye a la “ley antisoviética” Jackson-Vinik, puesta en vigor en 1974 como parte de la Guerra Fría, es una “ley antirrusa” y constituye una humillación a su país, por lo que comprendió la reacción emocional de los parlamentarios rusos.
El Gobierno es partidario de que los funcionarios no tengan cuentas en el extranjero, señaló el mandatario y reconoció que en Rusia hay problemas con los derechos humanos, pero le asombró que en Estados Unidos se preocupen por esos derechos en las cárceles rusas, cuando también existen en las estadounidenses.
Abu Ghraib y Guantánamo, recordó, no han sido clausuradas, a pesar de las promesas hechas al respecto. En ambas se ha “torturado” y quizá se “continúe torturando”, mientras a los presos no se les ha formulado acusación alguna ni se les ha juzgado.
El presidente se refirió también a las cárceles secretas de la CIA en otros países. “¿Se imaginan lo que sucedería si algo parecido ocurriera aquí? ¡Nos hubieran comido vivos hace tiempo! (…) En cambio allí, todo tranquilo, silencio”.
Aunque agradeció a los padres estadounidenses que ha adoptado niños rusos y cumplen muy bien su papel, Putin comentó que cuando suceden desgracias con niños rusos adoptados —ha habido varios casos mortales—, a los representantes de nuestra embajada ni siquiera les permiten actuar como observadores en los procesos judiciales y se ignora el acuerdo firmado al respecto con Washington.
“Cuando se cometen delitos contra los niños rusos adoptados, en la mayoría de los casos la justicia norteamericana no reacciona en absoluto”, agregó y adelantó que su Gobierno estudiará la situación creada. Si un acuerdo no funciona, no tiene razón de ser. “Cuanto te golpean, debes responder. De lo contrario siempre nos golpearán”.
Precisamente la adopción de niños rusos por parte de ciudadanos estadounidenses es una de las prácticas que prohíbe la respuesta de la Duma, que también regula la denegación de visados a determinadas personas.
Sobre el tema de Siria, el mandatario expresó que su Gobierno es contrario a imponer sanciones al régimen de Bashar Al Asad para evitar la desintegración de ese país árabe.
“No es que nos preocupe el destino de Al Asad. Entendemos que su familia lleva 40 años en el poder. Sin duda, se necesitan reformas. Nos preocupa otra cosa. ¿Y después qué?”, manifestó y afirmó que los sirios deberían llegar “primero a un acuerdo sobre cómo van a vivir, cómo van a garantizar la seguridad y la participación en la dirección del Estado, para ya después iniciar las reformas”.
“Deseamos que se encuentre una solución que libre a la región y a ese país de la desintegración y de una guerra civil sin fin. Creo que los acuerdos basados en la victoria militar no son aplicables ni pueden ser efectivos”, abundó.
Por último, Putin destacó la estabilidad financiera conseguida por su Gobierno y citó cifras que demuestran la buena salud de la economía rusa. Las reservas de divisas han seguido aumentando y llegan hoy a casi 400.000 millones de euros. El crecimiento del PIB (hasta octubre) ha sido del 3,7 por ciento, lo que, teniendo en cuenta la coyuntura internacional, es un buen índice.
El salario promedio, agregó, ha aumentado y el desempleo pasó del 6,6 por ciento en 2011 al 5,4 por ciento en 2012.