El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calcula que 850.000 niños han recibido atención para salvarles la vida por desnutrición aguda severa en nueve países de la región del Sahel durante 2012.
La región del Sahel se extiende desde la costa del Atlántico en Senegal hasta Sudán.
La acción es el resultado de un gran esfuerzo humanitario en la región apoyado por los gobiernos y otras agencias de la ONU, así como por los donantes y las campañas para recaudar fondos, indicó Unicef en un informe dado a conocer hoy.
Sin embargo, este año se presentaron desafíos importantes debido a la gente desplazada a países vecinos por los conflictos en Mali, la inseguridad y las inundaciones graves, añade el informe.
Además, subraya los desafíos agudos para llegar a todos los niños necesitados.
"Se evitó una gran catástrofe, pero no debemos ser complacientes porque todavía hay niños que mueren de causas evitables", declaró Manuel Fontaine, director regional interino de Unicef.
El funcionario indicó que la cantidad real de niños que sufren desnutrición podría ser mayor.
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