El ex primer ministro israelí Ehud Olmert criticó hoy la política diplomática del primer ministro actual Benjamin Netanyahu, la cual podría conducir a una tercera intifada (levantamiento armado) en los territorios palestinos. "El Estado de Israel está pisando un suelo diplomático muy arriesgado", dijo Olmert durante una convención de negocios sostenida en el Hotel Intercontinental David de Tel Aviv. Esa política podría provocar otra intifada, agregó.
Los palestinos han llevado a cabo dos intifadas, la primera tuvo lugar entre 1987 y 1991 y la otra empezó en septiembre de 2000. De acuerdo con el grupo de Derechos Humanos Betzelem, 1.593 palestinos y 84 israelíes murieron en la primera, y en la segunda 4.944 palestinos y 1.011 israelíes.
"La política del gobierno actual contradice esencialmente los intereses existenciales del Estado de Israel", agregó Olmert. "Estamos frente a una decisión de si seguimos una política pacífica o una que ignora que el Estado israelí necesita alcanzar acuerdos con nuestros vecinos", afirmó Olmert.
El ex primer ministro dijo que es una "ilusión" afirmar que Israel puede abordar sus asuntos nacionales, de seguridad y económicos como si estuviera neutralizado por la comunidad internacional.
Olmert hizo las críticas después de que el gabinete israelí anunciara el viernes pasado que se construirán más de 3.000 viviendas en Cisjordania, Jerusalén Oriental y el tramo territorial E1 que los conecta.
También dijo que "Israel está intensificando las fuerzas radicales dentro de los palestinos, encabezados por el Hamas y la Yihad, y está trabajando contra las fuerzas moderadas dentro de ellos que pueden alcanzar la paz".
Esta no es la primera ocasión en las dos semanas pasadas en que Olmert expresa su desacuerdo hacia la política de Netanyahu.
Durante el Foro Saban en Washington la semana pasada, dijo que la decisión israelí de expandir los asentamientos constituye "una bofetada" para el presidente estadounidense Barack Obama.
También calificó al presidente palestino Mahmoud Abbas como un "socio de paz genuino" y acusó al primer ministro israelí de "no dedicarse al proceso de paz".