Las conversaciones destinadas a poner fin al combate en el este de la República Democrática del Congo (RDC) fueron inauguradas hoy en Kampala, capital de Uganda, donde el gobierno congoleño y el grupo rebelde M23 se comprometieron a la paz.
El ministro de Relaciones Exteriores congoleño Raymond Tshibanda encabeza la delegación gubernamental, mientras que el secretario ejecutivo del M23 Francois Rucogoza está al frente de su equipo en las conversaciones mediadas por Uganda.
Tshibanda dijo en la sesión inaugural a la que asistieron, entre otros, organizaciones de la sociedad civil congoleña, que su delegación acudió a las conversaciones con el único objetivo de que termine la rebelión en la región.
El sufrimiento de la gente en el este de la RD del Congo debe terminar, dijo.
Por su parte, el representante rebelde Rucogoza acusó al gobierno congoleño de cometer asesinatos extrajudiciales, limpieza étnica y del deficiente gobierno que ha provocado el subdesarrollo del país rico en minerales.
Tshibanda solicitó al mediador, el ministro ugandés de Defensa Crispus Kiyonga, que responda a las amenazas hechas por el M23 de no regresar a las negociaciones a menos que se les dé la misma oportunidad.
Kiyonga dijo a la delegación del gobierno congoleño que tendrán la misma oportunidad tan pronto como se reanuden las conversaciones.
La comunidad regional e internacional está interesada en las conversaciones, que son consideradas como una solución duradera al combate, dijo el mediador.
"El diálogo que está empezando hoy da esperanzas a la gente de la RD del Congo, a la gente de la región y a la comunidad internacional. Ahora existe una gran oportunidad de encontrar una solución política sostenible al conflicto entre el gobierno y el M23", dijo.
Propuso que las conversaciones se sostengan en Kampala y posteriormente en Goma, la capital provincial de Kivu del Norte, en el este de la RD del Congo.
Las conversaciones de 12 días, cuya inauguración estaba prevista originalmente para el viernes, fueron retrasadas para hoy sin que se diera una explicación clara.
Aunque éstas no son las primeras conversaciones directas entre los rebeldes y el gobierno, son una señal de los esfuerzos de la región de los Grandes Lagos para poner fin al combate que ha desplazado internamente a más de 475.000 personas y obligado a otras 75.000 a huir de los vecinos Ruanda y Uganda.
Desde julio, Uganda ha estado encabezando los esfuerzos regionales bajo la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos, un órgano regional integrado por 11 estados miembros, para poner fin al combate.