La justicia brasileña ordenó el embargo de los bienes de los dos propietarios de la discoteca Kiss, en la que el domingo se produjo un incendio que dejó al menos 231 muertos y más de 100 heridos, informaron hoy fuentes oficiales.
La decisión se tomó para garantizar el posible pago de indemnizaciones en caso de que los dueños del establecimiento, arrestados ayer lunes, sean considerados como responsables por el incendio más trágico de Brasil en los últimos 50 años.
"El propósito de la medida es garantizar el derecho de las personas a una futura indemnización, de modo colectivo e igualitario, para todos los familiares de las víctimas de la tragedia", dijo el defensor público general del estado brasileño de Río Grande do Sul, Nilton Arnecke.
El embargo tanto de los bienes de la compañía propietaria de la discoteca Kiss como de los dos socios de dicha empresa, solicitado por Arnecke, fue ordenado ayer por la noche por el juez Afif Simoes Neto, del foro penal de Santa María, ciudad del estado de Río Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay y donde se produjo la tragedia.
Hasta la fecha, la policía brasileña ha arrestado a cuatro de las personas a las que investiga como posibles responsables por la tragedia, entre ellos los dos dueños de la discoteca y dos de los músicos de la banda que se presentaba en el establecimiento en el momento en que comenzó el incendio.
La policía está investigando si la discoteca, que tenía capacidad para 691 personas, tenía exceso de público en la noche de la tragedia. Pese a que los bomberos aseguran que el establecimiento cumplía las exigencias de seguridad por lo menos hasta la última inspección, la licencia de funcionamiento del establecimiento estaba vencida desde agosto del año pasado.
También se investiga por qué no funcionaron los extintores de incendio y si los vigilantes impidieron la salida de los clientes sin pagar la cuenta. Según relatos de supervivientes, el incendio comenzó cuando un integrante del grupo encendió un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo de todo el establecimiento.