El ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, aseguró hoy que todavía hay 75 personas "en estado crítico" víctimas del incendio en una discoteca ocurrida la madrugada del domingo en Brasil, que causó 231 muertos.
La mayoría de las personas que continúan hospitalizadas sufren problemas respiratorios por haber inhalado humo tóxico y están conectadas a aparatos de respiración asistida.
De ellos, una veintena sufrieron quemaduras graves en el incendio de la discoteca Kiss, según dijo el ministro a periodistas.
Padilha alertó que los síntomas de problemas respiratorios pueden evolucionar "rápidamente" y aseguró que algunos pacientes que acudieron horas después del incendio a los centros médicos con síntomas leves como tos acabaron hospitalizados en unidades de cuidados intensivos.
"Quien estuvo en la discoteca y sienta tos, falta de aire, cansancio que acuda al médico porque puede evolucionar rápidamente a lo que llamamos una neumonía química", afirmó Padilha.
El domingo, entre 30 y 40 personas buscaron atención médica en los ambulatorios de la ciudad, ubicada en el sureño estado de Río Grande do Sul, con problemas respiratorios.
Ayer lunes apenas se registraron cuatro casos de personas con problemas respiratorios, pero el ministro de Salud brasileño insistió que en las próximas horas los posibles afectados deben de permanecer alerta a los síntomas.
De los ingresados en cuidados intensivos, 27 permanecen en Santa María y 48 han sido trasladados a hospitales de referencia de Porto Alegre, capital regional, según Padilha, quien añadió que hoy comenzará a funcionar un grupo de psicólogos especializado en dar atención a los familiares de pacientes internados.