La policía brasileña arrestó hoy a uno de los propietarios de la discoteca que se incendió el domingo en la ciudad de Santa María y en la que murieron 231 jóvenes y a dos de los miembros de la banda musical que actuaba en el momento de la tragedia, informaron fuentes oficiales.
Las detenciones, con carácter provisional, fueron solicitadas por el comisario responsable de investigar el incendio más trágico de Brasil en los últimos 50 años.
De acuerdo con el comisario Marcelo Arigony, titular de la Tercera Comisaría de Policía Civil de Santa María, el juez penal de Santa María también decretó el arresto del otro dueño de la discoteca pero que la detención no fue realizada debido a que el empresario es uno de los 112 heridos aún hospitalizados.
"Desde la madrugada estábamos vigilando la residencia de los dueños de la discoteca" aseguró a los periodistas el comisario Sandro Meinerz, titular de la primera Comisaría de Policía Civil de Santa María y responsable por la investigación.
Uno de los detenidos es el empresario Elissandro Spohr, conocido como Kiko y propietario de la discoteca Kiss, cuya licencia de funcionamiento estaba vencida desde agosto del año pasado.
Sophr fue arrestado en la vecina ciudad de Cruz Alta, donde se desplazó para ser atendido en un hospital por los síntomas de intoxicación respiratoria que sufre, al tener miedo de permanecer en Santa María.
Además, también fueron detenidos dos integrantes del grupo musical Gurizada Fandangueira, la banda que tocaba en el momento en que comenzó el fuego y a la que se atribuye el origen del incendio.
El acordeonista de la banda, Danilo Jaques, murió en el incendio, que al parecer comenzó cuando uno de los miembros del grupo encendió un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo de todo el establecimiento.
Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un establecimiento cerrado, para la tragedia contribuyeron el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y la supuesta decisión de los vigilantes de cerrar las puertas para evitar que el público saliera sin pagar, según los bomberos.
Las llamas, la caída del fluido eléctrico y la humareda generaron pánico entre las personas que estaban en la discoteca y una estampida hacia las puertas, en donde muchos murieron pisoteados.
La difícil evacuación y la avalancha de personas corriendo hacia la única salida causaron numerosas muertes por asfixia.