El presidente de Bolivia, Evo Morales, admitió hoy que el sector salud es una de las "grandes debilidades" de su gobierno de siete años.
"Una de las debilidades que tenemos como gobierno y como Estado es el tema de salud", dijo el mandatario al rendir ante la Asamblea Legislativa boliviana un informe por el tercer año de su segundo gobierno.
Morales exhortó a los médicos, enfermeras, sanitarios, para que "se dediquen con mucha voluntad a trabajar por la salud de los bolivianos".
Aseveró que tiene "miedo" de construir hospitales de segundo y tercer nivel porque el equipamiento es más caro que la infraestructura, la parte física. "Es el grave problema que tenemos", dijo.
El mandatario también pidió ayuda a los "asambleístas que son médicos" para que lo apoyen en la solución de este problema, porque se trata de salvar vidas de seres humanos.
Durante el gobierno de Morales, Bolivia redujo la tasa de desnutrición crónica de menores de dos años de 32 a 15,89 por ciento.
Dijo que la tasa de mortalidad infantil "no la hemos reducido bastante", pues sólo bajó de 52 a 50 por cada 1.000 nacidos vivos.
Añadió que la tasa de mortalidad en menores de cinco años bajó de 65 a 63 por cada 1.000 nacidos vivos, en lo que evidencia -dijo- que "tampoco la hemos reducido bastante".
La mortalidad materna cayó de 229 a 90 por cada 1.000 casos, pero "no es suficiente, hay que seguir trabajando", dijo el mandatario.
Añadió que la esperanza de vida al nacer subió de 65 a 67 años.